La angina de pecho es una manifestación común de la enfermedad coronaria estable y afecta negativamente la calidad de vida de los pacientes. En la era de los tratamientos antianginosos eficaces, la terapia de prevención secundaria basada en la evidencia y el uso generalizado de la revascularización coronaria:
¿Cuál es la prevalencia de la angina en pacientes con enfermedad coronaria estable? y
¿Cuál es el efecto de la evolución de la angina en los eventos cardiovasculares?
Estas fueron las preguntas que Jules Mesnier y cols intentaron responder con los datos del Registro CLARIFY, que incluyó 32703 pacientes con enfermedad coronaria estable enrolados en 45 países entre el 26 de noviembre de 2009 y el 30 de junio de 2010.
De los 32703 pacientes, 32691 tenian información al inicio acerca de la presencia de angina y fueron los que conformaron la población de este estudio, con una mediana de seguimiento de 5 años.
El punto final primario fue el combinado de muerte cardiovascular o infarto de miocardio no fatal.
La edad media de la población fue de 64±10.5 años, con un 71% de hipertensos, 29% de diabéticos y 59.9% con antecedentes de infarto de miocardio, 58.6% angioplastia coronaria previa y 23.6% cirugía de revascularización miocárdica previa. El 92.3% de los pacientes recibían estatinas, 95.2% por lo menos un antiagregante plaquetario, 75.3% betabloqueantes y 76.2% inhibidores del sistema renina-angiotensina.
Al inicio del estudio el 22.1% de los pacientes reportaron angina.
El punto final primario de muerte cardiovascular o infarto de miocardio no fatal ocurrió más frecuentemente en los pacientes que presentaron angina al inicio del estudio comparados con aquellos que no tuvieron este síntoma (9.1% vs 6.5% respectivamente, p<0.001).
En los pacientes que reportaron angina al inicio del estudio, en el 39.6% de los casos, la angina desapareció (sin revascularización coronaria) entre el inicio y el primer año de seguimiento, con posteriores descensos anuales.
A 5 años de seguimiento, en el grupo de pacientes que presentó angina al inicio del estudio, el 33.9% continuaban con síntomas. El 8% murió, el 5.3% presentó un infarto de miocardio o requirió revascularización urgente, 7% requirió revascularización electiva. El 45.8% se encontraban libres de síntomas o eventos a 5 años.
En los pacientes que no presentaban angina al inicio del estudio (n=25479) entre el 2-4.8% desarrollaron angina anualmente.
Al final del seguimiento, solo el 3.9% de los pacientes tenian angina, el 7,2% murieron, 3.9% requirieron revascularización electiva y 3.3% tuvieron un infarto de miocardio o requirieron revascularización urgente. El 81.7% de los pacientes sin angina al inicio no presentaron angina o eventos a 5 años.
Durante el seguimiento de 5 años, 7773 pacientes presentaron control de la angina, y esta fue controlada con revascularización coronaria en el 4.5%, con aumento o cambio de la medicación antianginosa en el 11.1% y sin intervención farmacológica o revascularización en el 84.4% de los casos.
En comparación con los pacientes sin angina al inicio y al año de seguimiento, la persistencia de angina y la ocurrencia de angina al año con tratamiento médico conservador se asociaron de forma independiente con mayores tasas de muerte o infarto de miocardio (HR aj 1.32; IC 95%: 1.12-1.5 para la persistencia de la angina; HR aj 1.37; IC 95%: 1.11-1.70 para la aparición de angina) a los 5 años.
Los pacientes cuya angina se habia resuelto al año con un tratamiento conservador no presentaban mayor riesgo de muerte cardiovascular o infarto de miocardio que aquellos que nunca tuvieron angina (HR aj 0.97; IC 95%: 0.82-1.15).
¿Qué podemos recordar?
La angina afecta aproximadamente un cuarto de los pacientes con enfermedad coronaria estable.
En estos pacientes los síntomas resuelven sin revascularización coronaria, ya sea de manera espontánea o con cambios en el tratamiento medico en el 39% de los pacientes durante el primer año, con posteriores descensos anuales.
La resolución de la angina dentro de 1 año con tratamiento conservador predijo eventos similares a la ausencia de angina, mientras que la persistencia o la ocurrencia de la angina se asoció con el desarrollo de eventos adversos.
La resolución de la angina dentro del año con el tratamiento conservador predijo los eventos de manera similar a la ausencia de angina, mientras que la persistencia u ocurrencia de angina se asoció con eventos cardiovasculares adversos.