Estudios previos han sugerido una deficiencia de óxido nítrico en la nefropatía inducida por contraste (NIC); lo que abre la posibilidad de que las estrategias para sustituir el óxido nítrico puedan ser beneficiosas.
El nitrato inorgánico se metaboliza en el organismo para suministrar óxido nítrico a las zonas del cuerpo que lo necesitan y ha demostrado efectos renoprotectores en estudios preclínicos.
Durante la última jornada del Congreso ESC 2023 se presentó el estudio NITRATE- NIC que evaluó la eficacia del nitrato inorgánico para la prevención de la NIC en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación del ST remitidos para angiografía coronaria invasiva y con riesgo de NIC.
El riesgo de NIC se definió como una tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) <60 ml/min o dos de los siguientes factores: diabetes, insuficiencia hepática (cirrosis), edad >70 años, exposición a contraste en los últimos 7 días, insuficiencia cardiaca (o fracción de eyección del ventrículo izquierdo <40%) y fármacos renalmente activos concomitantes.
Los pacientes fueron asignados aleatoriamente en una proporción 1:1 a cápsulas de nitrato potásico (12 mmol) o placebo (cloruro potásico) una vez al día durante 5 días.
El punto final primario fue la incidencia de NIC (aumento de 30,3 mg/dl o 326,5 μmol/L de creatinina en 48 horas o 31,5 veces en 1 semana), según la definición de los criterios KDIGO (Kidney Disease Improving Global Outcomes) de lesión renal aguda.
Los resultados secundarios incluyeron la función renal (TFGe) a los 3 meses, las tasas de infarto de miocardio durante el procedimiento y los eventos cardiacos adversos mayores (MACE, un compuesto de muerte, infarto de miocardio no mortal y revascularización no programada) a los 12 meses.
El tratamiento estándar para la prevención de la NIC en ambas ramas del estudio se ajustó a las recomendaciones de la ESC (hidratación antes y después de la angiografía coronaria, uso de medios de contraste de baja osmolaridad).
Se incluyeron 640 pacientes, 319 recibieron nitrato inorgánico y 321 placebo.
La edad media de la población del estudio fue 71,0 años, el 73,3% eran hombres, 45.9% eran diabéticos y el 56% tenian enfermedad renal cronica (TFGe < 60 ml/min).
El tratamiento con nitrato inorgánico redujo significativamente las tasas de NIC (9,1% frente a 30,5%; p<0-001) en comparacion con el placebo.
Esta diferencia persistió tras ajustar por la concentración basal de creatinina y el estado diabético (OR 0,21; IC 95%: 0,13 a 0,34).
La administración de nitrato inorgánico se asoció a una menor tasa de infarto de miocardio durante el procedimiento (2.7% vs. 12.%, p=0.003), a una mejor función renal a 3 meses y a una reducción de los eventos adversos cardiacos mayores a 1 año (9.1% vs 18.1%, p=0.001) en comparacion con placebo.
¿Qué podemos recordar?
El nitrato inorgánico reduce la nefropatía inducida por contraste, mejora los eventos renales y reduce los eventos cardíacos en comparación con placebo en pacientes con riesgo de lesión renal sometidos a angiografía coronaria por síndrome coronario agudo.
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