Los balones recubiertos de fármacos (BRF) han demostrado resultados favorables para la enfermedad arterial femoropoplítea. Sin embargo, el papel de la ecografía intravascular (IVUS) para mejorar estos resultados es menos claro.
Para investigar eso, Young-Guk Ko y cols. llevaron a cabo el estudio IVUS-DCB, un estudio multicéntrico y aleatorizado, realizado en 7 centros en Corea del Sur. Este estudio comparó los resultados de la angioplastia guiada por IVUS frente a la guiada por angiografía para tratar la enfermedad femoropoplítea (EFP) con BRF.
El punto final primario fue la permeabilidad primaria a 12 meses, definida como la ausencia de revascularización de la lesión tratada guiada clínicamente o restenosis binaria.
Se incluyeron 237 pacientes, de los cuales el 86% completó el ensayo con una mediana de seguimiento de 363 días.
Los pacientes fueron asignados a recibir angioplastia guiada por IVUS (n=119) o guiada por angiografía (n=118) utilizando BRF. La edad media de los pacientes fue de 69 años, con un 85% de hombres, 64% de diabéticos y 20% de pacientes con enfermedad renal crónica. Globalmente, el 62% tenía oclusiones totales y el 29% calcificación severa.
El grupo guiado por IVUS presentó una permeabilidad primaria significativamente mayor (83.8% vs. 70.1%, p=0.01) y una mayor sobrevida libre de revascularización de la lesión tratada guiada clínicamente (92.4% vs. 83%, p=0.02), mejora clínica sostenida (89.1% vs. 76.3%, p=0.01) y mejora hemodinámica (82.4% vs. 66.9%, p=0.01) a los 12 meses en comparación con el grupo guiado por angiografía.
El grupo IVUS utilizó diámetros de balón y presiones más grandes para la predilatación, postdilatación más frecuente y presiones más altas para la postdilatación, resultando en un diámetro mínimo del lumen post-procedimiento mayor (3.9±0.59 mm vs. 3.71±0.73 mm, p=0.03).
Las tasas de implante de stent de ‘bailout’ fueron comparables entre los pacientes guiados por IVUS vs. angiografía.
¿Qué podemos recordar?
La guía por IVUS mejoró significativamente los resultados de los BRF para la enfermedad femoropoplítea en términos de permeabilidad primaria, sobrevida libre de revascularización de la lesión tratada guiada clínicamente y mejora clínica y hemodinámica sostenida a los 12 meses.
Estos beneficios pueden atribuirse a la optimización guiada por IVUS de la lesión antes y luego del tratamiento con BRF.