La fibrilación auricular (FA) y la insuficiencia cardíaca (IC) son afecciones que a menudo coexisten, lo que complica aún más el manejo clínico de los pacientes. En aquellos con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr), el control del ritmo mediante ablación con catéter ha demostrado ser superior a otras terapias médicas convencionales. Estudios previos han mostrado que la ablación no solo mejora la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), sino que también reduce las hospitalizaciones por IC y disminuye la mortalidad en este grupo de pacientes.
Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han centrado en la ablación por radiofrecuencia (ARF), el método más comúnmente utilizado.
A pesar de los beneficios documentados con la ARF, existe una falta de evidencia sólida sobre la eficacia de otras técnicas de ablación, como la ablación con criobalón (ACB), en pacientes con FA e ICFEr.
Durante el Congreso ESC 2024, se presentaron los resultados del estudio CRABL-HF , ensayo prospectivo, multicéntrico, aleatorizado y de no inferioridad diseñado para comparar la eficacia y seguridad de estas dos técnicas en pacientes con FA e ICFEr a 1 año de seguimiento luego de un período de blanking de 90 días.
El estudio incluyó 110 pacientes en 5 centros en Japón, que fueron aleatorizados para recibir ARF (n=55) o ACB (n=55).
La edad media de los participantes fue de 69 años, el 79% eran hombres y el 72% presentaban FA persistente.
No se observaron diferencias significativas en las tasas de taquiarritmias auriculares, definidas como de 30 segundos o más entre los grupos de ARF y ACB (21.8% vs. 22.2%, respectivamente; HR 1.02, IC95%: 0.46-2.28, p=0.96).
Sin embargo, la duración de la ACB fue un procedimiento significativamente más corta (mediana de 101 minutos vs. 165 minutos, p<0.001).
En términos de resultados clínicos, la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) mejoró en ambos grupos y no se observaron diferencias en los puntos finales compuestos secundarios de muerte por cualquier causa y hospitalización por IC.
Tampoco se encontraron diferencias significativas en el perfil de seguridad de ambas técnicas; solo se reportaron complicaciones relacionadas con el procedimiento en un paciente de cada grupo.
En cuanto a la calidad de vida reportada por los pacientes, medida por el cuestionario Atrial Fibrillation Effect on Quality of Life (AFEQT), ambos grupos mostraron mejoras significativas un año después de la ablación.
Mensaje Final
La ablación con criobalón demostró ser no inferior a la ablación con radiofrecuencia en ocurrencia de taquiarritmias auriculares a un año después del periodo de blanking de 90 días en pacientes con FA e ICFEr.