La enfermedad isquémica del corazón es la principal causa de insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr) y conlleva un pronóstico a largo plazo desfavorable, a pesar de las mejoras en los tratamientos actuales.
Las guías europeas y norteamericanas recomiendan la cirugía de revascularización miocárdica (CRM) como tratamiento de elección en pacientes con enfermedad coronaria multivaso e ICFEr, aunque difieren en la fortaleza de sus recomendaciones y no ofrecen consenso respecto al uso de la angioplastia coronaria (ATC) en este grupo.
Con el objetivo de sumar evidencia al respecto, Jason E. Bloom y cols. analizaron dos grandes registros australianos de CRM y ATC, utilizando los datos de la Sociedad de Cirujanos Cardiacos y Torácicos de Australia y Nueva Zelanda y del Grupo de Intervención de Melbourne, para comparar la supervivencia a largo plazo en pacientes con miocardiopatía isquémica severa revascularizados mediante CRM o ATC.
El análisis incluyó pacientes con miocardiopatía isquémica severa y fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) <35 %, sometidos a CRM aislada o ATC. Los pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del ST y aquellos en shock cardiogénico fueron excluidos.
El punto final primario fue la mortalidad a largo plazo.
En total, se incluyeron 2.042 pacientes con enfermedad coronaria e ICFEr: 1.451 tratados con CRM y 591 con ATC. Las características demográficas, la indicación del procedimiento, la extensión de la enfermedad arterial coronaria y la FEVI fueron equilibradas entre ambos grupos tras ajuste por probabilidad inversa de tratamiento.
Luego del ajuste de riesgo, los pacientes tratados con CRM, en comparación con aquellos sometidos a ATC, presentaron una reducción significativa en la mortalidad a largo plazo (HR ajustado 0.59, IC 95%: 0.45–0.79, p = 0.001) en un período de seguimiento mediano de 4 años.
No se observaron diferencias en la mortalidad hospitalaria entre los grupos (OR ajustado 1.42, IC 95%: 0.41–4.96, p = 0.58); sin embargo, los pacientes tratados con CRM tuvieron un mayor riesgo de accidente cerebrovascular peri-procedimiento (OR ajustado 19.6, IC 95%: 4.21–91.6, P < 0.001) y una estancia hospitalaria más prolongada (coeficiente exponencial 3.58, IC 95%: 3.00–4.28, P < 0.001).
¿Qué podemos recordar?
En este análisis multicéntrico, los pacientes con miocardiopatía isquémica severa que fueron revascularizados mediante CRM mostraron una supervivencia a largo plazo superior en comparación con los tratados con ATC. No obstante, se requieren futuros ensayos aleatorizados para confirmar estos posibles beneficios y definir con mayor precisión la estrategia óptima de revascularización en esta población.