La transtirretina (TTR) es una proteína de transporte sintetizada principalmente por el hígado y el plexo coroideo, cuya función principal es actuar como transportadora de tiroxina (T4) y de la proteína fijadora de retinol (vitamina A). Anteriormente conocida como prealbúmina, la TTR circula en plasma y líquido cefalorraquídeo como un homotetrámero, compuesto por cuatro subunidades idénticas de 127 aminoácidos cada una. Más allá de su papel en el transporte, la TTR parece desempeñar un rol en la inflamación sistémica, enfermedades crónicas y estados catabólicos.
Recientemente, la TTR ha captado atención clínica en el contexto de la amiloidosis por TTR (ATTR), un trastorno progresivo que permanece no diagnosticado en un porcentaje significativo de pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), caracterizado por la deposición extracelular de TTR mal plegada. En el sistema cardiovascular, la cardiomiopatía amiloide por TTR (ATTR-CM) se produce por la degradación del tetrámero de TTR en monómeros inestables que se pliegan de manera incorrecta y forman fibrillas amiloides que se depositan en el miocardio. Estas fibrillas infiltran el tejido miocárdico, aumentando la rigidez del miocardio, generando disfunción diastólica y conduciendo a IC con fracción de eyección preservada.
Aunque la ATTR-CM constituye una enfermedad específica, la evidencia emergente sugiere que los niveles séricos de TTR podrían tener implicancias pronósticas en poblaciones cardiovasculares más amplias, incluso en ausencia de depósito amiloide. Diversos estudios observacionales han reportado que concentraciones reducidas de TTR sérica se asocian con un mayor riesgo de desenlaces cardiovasculares adversos, incluyendo insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y mortalidad por todas las causas.
Para abordar este tema, Dimitrios Terentes-Printzios y cols. realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de estudios de cohortes existentes, con el objetivo de sintetizar la evidencia disponible sobre la asociación entre los niveles séricos de TTR y desenlaces clínicos mayores, incluyendo eventos cardiovasculares, mortalidad por todas las causas, mortalidad cardiovascular e insuficiencia cardíaca, y evaluar su posible papel como biomarcador para estimación de riesgo.
Para ello, realizaron una búsqueda sistemática en bases de datos electrónicas y literatura gris hasta mayo de 2025. Se incluyeron estudios que reportaran hazard ratios (HR) o estimaciones de riesgo para la asociación entre niveles séricos de TTR y los desenlaces de interés.
Se evaluaron los riesgo de eventos CV totales, IC, mortalidad por todas las causas y mortalidad CV.
Se incluyeron 34 estudios con un total de 83.929 participantes, 50,5 % mujeres, edad media de 61,45 años y seguimiento promedio de 41 meses.
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Los niveles bajos de TTR sérica se asociaron significativamente con mayor riesgo de eventos CV (HR: 1,54; IC 95 %: 1,30–1,83; P < 0,001), mortalidad por todas las causas (HR: 1,65; IC 95 %: 1,50–1,82; P < 0,001), mortalidad CV (HR: 2,08; IC 95 %: 1,26–3,44; P = 0,004) e insuficiencia cardíaca (HR: 1,72; IC 95 %: 1,35–2,21; P < 0,001).
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Una disminución de TTR de 10 mg/dL correspondió a un aumento del riesgo de 30 %, 73 %, 46 % y 28 % en eventos CV totales, mortalidad por todas las causas, mortalidad CV e IC, respectivamente.
En el análisis de metarregresión, los niveles bajos de TTR en hombres jóvenes, con fracción de eyección preservada y niveles elevados de péptido natriurético N-terminal tipo B (NT-proBNP) se asociaron con mayor riesgo de mortalidad por todas las causas.
¿Qué nos deja este metaanálisis?
La transtirretina sérica es un predictor de eventos cardiovasculares, insuficiencia cardíaca, mortalidad por todas las causas y mortalidad CV en diferentes poblaciones, lo que resalta su potencial como biomarcador cardiovascular y sugiere la necesidad de investigar posibles aplicaciones clínicas de terapias dirigidas a TTR más allá de la amiloidosis.