La fibrilación auricular (FA) y la insuficiencia cardíaca (IC) son enfermedades mórbidas y costosas para el sistema de salud que han alcanzado proporciones epidémicas en todo el mundo. Existe una relación dosis-dependiente entre las extrasístoles auriculares y ventriculares y el desarrollo de FA e IC, respectivamente.
La identificación y comprensión de los mecanismos de los factores de riesgo modificables para el desarrollo de extrasístoles tiene el potencial de reducir notablemente la carga que estas enfermedades imprimen en el sistema de salud. Al considerar como modificar la prevalencia de estos latidos ectópicos, los investigadores creen que las exposiciones comunes en la vida diaria son clave.
Las guías clínicas actuales sugieren que la cafeína puede ser un importante factor desencadenante de extrasístoles, aunque grandes estudios poblacionales no han demostrado una asociación entre el consumo de cafeína y el desarrollo de arritmias clínicamente significativas.
Durante la segunda jornada del Congreso AHA 2021 el Dr. Gregory Marcus presentó los resultados del estudio CRAVE, el cual utilizando la plataforma Eureka, evaluó el efecto en tiempo real del consumo de cafeína sobre las ectopias, actividad física, sueño y niveles de glucemia.
Por dos semanas, se les solicitó a los participantes que llevaran un monitor cardiaco de registro continuo y que utilizaran la aplicación móvil Eureka. Esta aplicación, permite que los participantes realicen un seguimiento del consumo de cafeína y responder a preguntas sobre el estado de ánimo y sueño.
Los participantes debían modificar sus hábitos de consumo de cafeína en bloques de dos días:
a) Start: On Caffeine: consumir cafeína durante un día y luego evitarla el día siguiente o,
b) Start: Off Caffeine: evitar la cafeína durante un día y luego consumirla al día siguiente.
Dichas ordenes eran comunicado por mensaje de texto a las 8 pm del día previo.
Además recibían un dispositivo de muñeca (Fitbit) para realizar un seguimiento del sueño, el recuento de pasos y los datos de la frecuencia cardiaca.
Se enrolaron 100 voluntarios sanos con una edad media de 38 años y 51% de mujeres. Los pacientes con fibrilación auricular previa y aquellos tratados con antiarrítmicos, beta bloqueantes o bloqueantes cálcicos eran excluidos.
No se encontró una relación entre el consumo de café y las extrasístoles auriculares (RR 1.09; IC 95%: 0.98-1.20, p=0.10). Sin embargo, el consumo de café se asoció con una aumentó del 54% en las extrasístoles ventriculares (RR 1.54; IC 95%: 1.19-2; p=0.001) y, aquellos que consumían más de dos tazas de café por día, presentaron el doble de extrasístoles ventriculares comparados con aquellos que no consumían café (RR 2.20; IC 95%: 1.24-3.92, p=0.007).
No se observó una relación entre el consumo de café y el desarrollo de taquicardia supraventricular o ventricular.
El consumo de café se asoció con mayor cantidad de pasos caminados por día (1058 paoss por día, IC 95%: 441-1675, p=0.001) y con 36 minutos de sueño menos por noche (IC 95%: 22-50, p<0.001).
No se encontró una relación entre el consumo de café y los niveles de glucosa.
¿Qué podemos recordar?
El consumo de café se asoció con una mayor aparición de extrasístoles ventriculares sin relación con la ocurrencia de arritmias auriculares.
Además se asoció con una aumento significativo en la actividad física y una reducción en el tiempo de sueño.