La lipoproteína (a) [Lp(a)] es un factor de riesgo genéticamente determinado para la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA), con niveles elevados presentes en alrededor del 20% de la población mundial. Su efecto perjudicial se ejerce a través de múltiples mecanismos, incluyendo la formación de aterosclerosis, la inflamación vascular y posibles efectos antifibrinolíticos.
Sin embargo, no todas las personas con Lp(a) elevada desarrollan enfermedad cardiovascular, lo que sugiere una heterogeneidad en el riesgo clínico. Esta variabilidad podría explicarse por la interacción entre Lp(a) y la inflamación, dado que la Lp(a) es el principal transportador de fosfolípidos oxidados proinflamatorios (OxPL-ApoB), fuertemente asociados con la enfermedad coronaria. En el estudio LoDoCo2, los individuos con niveles altos de Lp(a) y OxPL-ApoB presentaron una mayor reducción absoluta del riesgo con el tratamiento antiinflamatorio con colchicina.
La interleucina-6 (IL-6), una citocina implicada causalmente en la enfermedad cardiovascular, podría desempeñar un papel central en este proceso. Los aumentos agudos de IL-6 estimulan la expresión del gen LPA, incrementando la producción de apolipoproteína(a) y, por ende, los niveles de Lp(a), mientras que la inhibición de la señalización de IL-6 reduce estos niveles. En otro análisis del estudio LoDoCo2, la IL-6 modificó la asociación entre Lp(a) y el riesgo de ECVA.
A diferencia de la proteína C-reactiva ultrasensible (hsCRP), cuyos resultados han sido inconsistentes, la IL-6 se considera un marcador más específico de las vías inflamatorias implicadas en la aterosclerosis y podría reflejar mejor el riesgo inflamatorio asociado a Lp(a) elevada. En este contexto, el presente estudio evaluó si IL-6 modifica la asociación entre Lp(a) y el riesgo cardiovascular, y si su medición puede mejorar la estratificación del riesgo en individuos con Lp(a) elevada, utilizando datos de dos cohortes independientes de prevención primaria: MESA (Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis, n = 6.514) y UK Biobank (n = 26.574).
Se analizaron las asociaciones entre Lp(a) e IL-6 con enfermedad coronaria (infarto de miocardio o paro cardíaco reanimado), ECVA (enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular isquémico) y enfermedad vascular periférica (EVP). Los participantes fueron agrupados según sus niveles de Lp(a) (≤50 o >50 mg/dL [125 nmol/L]) y IL-6 (≤ o > mediana).
Los individuos con niveles más altos de IL-6 presentaron mayor índice de masa corporal, presión arterial sistólica, triglicéridos y hsCRP, junto con niveles más bajos de colesterol HDL.
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Tanto Lp(a) (HR: 1,13; IC95%: 1,04–1,23 en MESA; HR: 1,11; IC95%: 1,09–1,13 en UKB) como IL-6 (HR: 1,22; IC95%: 1,10–1,35 en MESA; HR: 1,19; IC95%: 1,15–1,24 en UKB) se asociaron de manera independiente con eventos de enfermedad coronaria.
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Al analizarlas conjuntamente, no se observaron cambios significativos ni interacciones relevantes, y los resultados fueron similares para ECVA y EVP.
Cuando se consideraron ambos biomarcadores, la asociación más fuerte con los eventos cardiovasculares se observó cuando ambos niveles eran elevados (para enfermedad coronaria: HR: 1,72; IC95%: 1,25–2,36 en MESA; HR: 1,39; IC95%: 1,12–1,72 en UKB).
¿Qué nos deja este estudio?
En dos cohortes independientes de prevención primaria, Lp(a) e IL-6 fueron predictores independientes del riesgo de ECVA, y su combinación permitió identificar a los individuos con mayor riesgo cardiovascular.
