El implante valvular aórtico percutáneo (TAVI) se ha consolidado como una alternativa segura y eficaz al reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica (SAVR) en pacientes de edad avanzada con estenosis aórtica severa sintomática. Los avances técnicos y la optimización del procedimiento han permitido reducir las complicaciones periprocedimiento, favoreciendo su expansión hacia pacientes con menor riesgo quirúrgico.
A pesar de estos progresos, las alteraciones del ritmo cardíaco continúan siendo una complicación frecuente tras el TAVI, afectando hasta a la mitad de los pacientes. La fibrilación auricular de nueva aparición, en particular, se ha asociado con inflamación, estrés oxidativo auricular y activación simpática, y con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y mortalidad temprana. Asimismo, las lesiones mecánicas, el edema y la inflamación local pueden desencadenar trastornos de conducción auriculoventricular que, si persisten, requieren la implantación de un marcapasos permanente, con un impacto negativo en el pronóstico.
En este contexto, la colchicina ha demostrado eficacia en la prevención de la fibrilación auricular postoperatoria en pacientes sometidos a cirugía cardíaca, gracias a sus efectos antiinflamatorios, antiagregantes y moduladores de la función endotelial. Estas propiedades sugieren que su uso podría también mitigar el riesgo de arritmias y trastornos de conducción tras TAVI.
Por otra parte, la trombosis subclínica de las valvas protésicas, identificada mediante tomografía computarizada cardíaca en cuatro dimensiones (4D-CCTA), ha emergido como una complicación relevante por su posible asociación con eventos cerebrovasculares y deterioro estructural precoz de la válvula. Aunque los anticoagulantes han demostrado reducir esta complicación en pacientes sin indicación formal de anticoagulación, su uso implica un mayor riesgo de sangrado. En este escenario, la colchicina podría representar una alternativa segura, al actuar sobre múltiples mecanismos implicados en la formación de trombos.
El estudio C0-STAR (Colchicine for Patients with Aortic Stenosis Undergoing Transcatheter Aortic Valve Replacement) fue un ensayo controlado, aleatorizado y doble ciego, realizado en un solo centro y promovido por investigadores, que evaluó la eficacia del tratamiento periprocedimiento con colchicina frente a placebo para reducir la aparición de arritmias nuevas en pacientes con estenosis aórtica severa sometidos a TAVI. La aleatorización se llevó a cabo el día previo al procedimiento. El tratamiento con colchicina comenzó con una dosis de carga de 1 mg el día antes del TAVI y otra de 1 mg el día de la intervención, seguida por una dosis de mantenimiento de 0,5 mg una vez al día durante 12 días posteriores al procedimiento.
El criterio de valoración principal fue un compuesto que incluía fibrilación auricular de nueva aparición o trastornos de conducción auriculoventricular que requirieran la implantación de un marcapasos permanente, evaluado a los 30 días post-TAVI. El criterio de valoración por imágenes preespecificado consistió en la incidencia de trombosis subclínica de las valvas a los 30 días, definida como al menos una valva protésica con reducción de movimiento superior al 50 % o engrosamiento, evaluado mediante 4D-CCTA.
Se incluyeron 120 pacientes con estenosis aórtica sometidos a TAVI entre septiembre de 2021 y abril de 2024, aleatorizados en proporción 1:1 para recibir colchicina o placebo. La edad media fue de 80,6 ± 5 años, con un 64 % de varones y un puntaje promedio de riesgo quirúrgico STS de 2,5 ± 1,5 %.
No se observaron diferencias en la prevalencia de bloqueo de rama derecha preexistente. Dos tercios de los pacientes recibieron válvulas cardíacas transcatéter expandibles con balón y un tercio, válvulas autoexpandibles, con una distribución equitativa entre los grupos. La magnitud del sobredimensionamiento valvular y la necesidad de postdilatación estuvieron balanceadas entre ambos grupos.
El estudio fue interrumpido prematuramente tras detectarse una mayor tasa de accidentes cerebrovasculares en el grupo tratado con colchicina, según un análisis interino preespecificado (5 casos [8,3 %] frente a 0 en el grupo placebo, durante el seguimiento máximo disponible; p = 0,022).
En la población analizada por intención de tratar, el criterio principal de valoración se presentó en 6 pacientes (10 %) del grupo colchicina y en 15 pacientes (25 %) del grupo placebo, con una diferencia de riesgo de −15,0 % (IC 95 %: −28,3 a −1,7; p = 0,031).
Respecto al criterio de valoración por imágenes, la trombosis subclínica de las valvas se detectó en 13 de 48 pacientes (27 %) del grupo colchicina y en 26 de 48 pacientes (54 %) del grupo placebo, con una diferencia de riesgo de −27,1 % (IC 95 %: −46,0 a −8,2; p = 0,007).
¿Qué nos deja este estudio?
Estos resultados sugieren que el tratamiento periprocedimiento con colchicina podría reducir la incidencia de arritmias nuevas y de trombosis subclínica de las valvas tras el TAVI. Sin embargo, dado que el estudio fue interrumpido prematuramente debido a un aumento inesperado en la tasa de accidentes cerebrovasculares en los pacientes tratados con colchicina, se requieren ensayos confirmatorios para validar el efecto del tratamiento antiinflamatorio sobre la incidencia de arritmias y trombosis subclínica luego del TAVI.