La relación entre el cáncer y el tromboembolismo venoso debido al estado protrombótico inducido por el cáncer y su tratamiento sistémico está bien establecido. Sin embargo, esta menos claro si también aumenta el riesgo de tromboembolismo arterial (TA).
El objetivo del presente estudio publicado en JACC: CardioOncology fue evaluar la asociación entre el cáncer y el tromboembolismo arterial y determinar predictores de su aparición.
Para ello, los autores utilizaron datos de los registros sanitarios de la población danesa para identificar a todos los pacientes con cáncer entre 1997 y 2017, cada uno emparejado con tres individuos de la población general libres de cáncer.
El punto final primario fue el diagnóstico de TA definido como el combinado de infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular (ACV) isquémico/inespecífico, y oclusión arterial periférica a 6 meses luego del diagnóstico de cáncer. En un análisis secundario también se evaluaron a 12 meses.
La asociación entre el tromboembolismo arterial y la mortalidad total fue evaluada durante el periodo entre el diagnostico de cáncer y los 12 meses de seguimiento.
Se incluyeron 458.462 pacientes con un diagnóstico de un primer cáncer entre 1997 y 2017, con una edad media de 69 años al momento del diagnóstico, y 51% de mujeres, y, fueron comparados con 1.375.386 personas de la población general.
La incidencia acumulada de TA fue significativamente mayor en el grupo de pacientes con cáncer, tanto a los 6 meses (1.50% vs 0.76%; HR 2.36; IC 95%: 2.28-2.44) como a los 12 meses luego del diagnostico de cáncer/fecha índice (2.11% vs 1.48%, HR 1.87; IC 95%: 1,82.1,92) comparado con el grupo control.
El riesgo varió sustancialmente según el tipo de cáncer.
La incidencia acumulada de tromboembolia arterial en los 6 meses siguientes al diagnóstico fue mayor en los pacientes con cáncer de vejiga (2.49%, IC 95%: 2.25-2.74%), cáncer de pulmón (2.08%; IC 95% 1.98-2.18%) y cáncer de colon (2.08%; IC 95%: 1.96-2.21%) y menor en aquellas con cáncer de mama (0,58%; IC 95%. 0.54-0.64%).
La incidencia acumulada de TA fue mayor también en los pacientes con cáncer en todos los grupos etarios [< 65 años (0.79% vs 0.23%, HR 3.61; IC 95%: 3.31-3.95), 65-75 años (1.61% vs 0.71%; HR 2.56; IC 95%: 2.42-2.71) y mayores de 75 años (2.30% vs 1.52%; HR 1.03; IC 1.84-2.03)].
Con respecto a los predictores la edad fue predictor de TA durante los primeros 6 meses después del diagnóstico. Comparados con los pacientes menores de 65 años, el riesgo fue mayor en el grupo entre 65-75 años ( SHR aj 1.53; IC 95%: 1.43-1.65) y en aquellos mayores de 75 años ( SHR aj 1.88; IC 95%: 1.75-2.02). El sexo masculino (SHR aj 1.15; IC 95%: 1.08-1.22), el TA previo (SHR aj 2.96; IC 95%: 2.77-3.17), la hipertensión (SHR aj 1.29; OC 95%: 1.21-1.37) y la diabetes (SHR aj 1,20; IC 95%: 1.10-1.29) fueron otros predictores.
Comparado con los pacientes con cáncer localizados aquellos con cáncer regional (SHR aj 1.16; IC 95%: 1.08-1.25) y en aquellos con metástasis (SHR aj 1.21; IC 95%: 1.12-1.30) presentaron mayor riesgo de TA.
Además los pacientes que recibieron quimioterapia (SHR aj 1.47; IC 95%: 1.33-1.61) y cirugía (SHR aj 1.16; IC 95%: 1.09-1.24) durante los primeros 4 meses del seguimiento tivieron mayor riesgo de TA comparado con los paciente que no recibieron tratamiento.
Entre los pacientes con cáncer, el TA se asoció con un mayor riesgo de mortalidad (HR: 3,28; IC del 95%: 3,18 a 3,38).
¿Qué podemos recordar?
Este estudio demostró que los pacientes con cáncer poseen un mayor riesgo de sufrir eventos tromboembólicos arteriales.
Dado que estos eventos se asocian con un riesgo aumentado de mortalidad, los autores remarcan la importancia de estar conscientes de esta complicación en particular en grupos de riesgo como los pacientes de edad avanzada y los que padecen determinados tipo de cánceres como el de vejiga y pulmón.