Existe limitada evidencia que sugiere que el ejercicio reduce la presión arterial (PA) en individuos con hipertensión arterial resistente.
El ensayo clínico aleatorizado EnRich (“Exercise Training in the Treatment of Resistant Hypertension”) se diseñó para evaluar si un programa de entrenamiento aeróbico de 12 semanas comparado con la atención habitual reduce la PA ambulatoria entre los pacientes con hipertensión resistente.
El punto final primario de eficacia fue el cambio de la TA sistólica ambulatoria de 24 h con respecto al valor inicia a los 3 meses.
Se incluyeron 53 pacientes (26 en el grupo ejercicio y 27 en el grupo control), con una edad media de 60 años, con un 45% de mujeres.
Comparado con el grupo control, en el grupo de pacientes incluido en un programa de ejercicio aeróbico la PA sistólica ambulatoria de 24 h se redujo de manera significativa en 7.1 mmHg (IC 95%: -12.8 a -1.4; p=0.02).
Además la PA diastólica ambulatoria de 24 h (-5.1 mmHg; IC 95%: -7.9 a -2.3; p=0.001), la PA sistólica diurna (-8.4 mmHg IC 95%: -14.3 a -2.5; p=0.006) y la PA diastólica diurna (-5.7 mmHg IC 95% -9 a -2.4; p=0.001) se redujeron significativamente en el grupo de ejercicio en comparación con el grupo control.
La PA sistólica en el consultorio (-10 mmHg IC 95%: -17.6 a -2.5, p=0.01) también mejoró en el grupo ejercicio en comparación con el grupo control.
Que podemos recordar?
Un programa de ejercicio aeróbico de 12 semanas redujo significativamente la PA sistólica y diastólica en pacientes con hipertensión resistente, tanto en condiciones ambulatorias como en el consultorio.
Los autores destacan que estos resultados confirman que el entrenamiento con ejercicios aeróbico, que ya se recomienda como tratamiento de primera línea para la hipertensión, debería extenderse a aquellos con resistencia al tratamiento farmacológico.