Durante las últimas décadas se ha evidenciado un gran avance en las técnicas de ablación percutánea de las arritmias ventriculares, producto de la mejora de la técnica del procedimiento como también al mayor entendimiento del sustrato arritmogénico presente en estas entidades clínicas. Sin embargo, estas prácticas se asocia a una elevada carga de complicaciones concomitantes, especialmente las ablaciones de arritmias ventriculares izquierdas (AVI).
El accidente cerebrovascular (ACV) relacionado a cualquier procedimiento de electrofisiología impartido en las cavidades cardiacas izquierdas presenta una prevalencia reportada del 0.8-1.8% y se encuentra vinculado a una elevada carga de comorbilidad y discapacidad en el seguimiento. A pesar que la implementación de anticoagulación periprocedimiento reduce el riesgo de un evento tromboembólico, no reduce este riesgo hasta la nulidad. Este fenómeno puede vincularse a la formación de trombos en el sitio de ablación luego de la inundación endocárdica, el potencial protrombótico inherente a los materiales utilizados y el bajo flujo sanguíneo presente en las cavidades cardiacas durante el procedimiento. Hasta la fecha, existe escasa evidencia en relación al beneficio de las estrategias terapéuticas de anticoagulación y antiagregación plaquetaria luego de una ablación de AVI.
El objetivo del presente estudio realizado por Andrea Natale y colaboradores del St. David’s Medical Center (USA) fue comparar la eficacia del tratamiento con anticoagulantes orales directos (DOACs), en relación al tratamiento con aspirina aislado, en pacientes sometidos a una ablación percutánea de AVI.
En pacientes con o sin cardiopatía estructural sometidos a una ablación de arritmia ventricular, el tratamiento con anticoagulantes orales directos presentó una menor incidencia de eventos clínicos adversos en el seguimiento, en relación a la monoterapia con aspirina.
Fue un estudio multicéntrico, aleatorizado, controlado por placebo (Estudio STROKE-VT) que incluyó pacientes con cardiopatía isquémica y no-isquémica candidatos a una ablación percutánea de AVI (taquicardia ventricular o extrasístoles ventriculares) mediante técnica de radiofrecuencia (RFA), los cuales fueron aleatorizados en relación 1:1 a recibir tratamiento con DOACs o aspirina en el post procedimiento. Se excluyeron aquellos con antecedentes de ACV en los 3 meses previos a la aleatorización, y pacientes con contraindicación para recibir tratamiento con DOACs o aspirina. Se analizó como objetivo primario a la incidencia de ACV, accidente isquémico transitorio (AIT) o eventos cerebrovasculares asintomáticos detectados mediante resonancia magnética a las 24 horas y a los 30 días post procedimiento de ablación de AVI. A su vez, se analizaron como objetivos secundarios a la ocurrencia de complicaciones periprocedimiento y a la mortalidad intrahospitalaria.
Se incluyeron para el análisis un total de 246 pacientes. La edad promedio de la poblacion muestral fue de 60 años, con un 82.5% de sexo masculino. Del total de pacientes analizados, 123 recibieron tratamiento con DOSIs (dabigatrán=14, rivaroxaban 40mg, apixaban=69), mientras que 123 recibieron tratamiento con aspirina. A su vez, el 74.8% fue sometido a una ablación de taquicardia ventricular, mientras que el resto recibió una ablación de extrasístoles ventriculares. Dentro de este subgrupo, el 87.1% presentaba una cardiopatía con fracción de eyección reducida. Las características clínicas y procedimentales se encontraron bien balanceadas entre ambos grupos de interés (DOCs vs. aspirina), con excepción de un predominio de ablación de una taquicardia ventricular (81.3% vs. 68.3%; p=0.02) y del uso de amiodarona (51.5% vs. 37.5%; p<0.03) en el subgrupo de pacientes tratados con DOACs.
Se observó una menor incidencia de ACV/AIT en el subgrupo de pacientes bajo tratamiento con DOACs, en relación a aquellos bajo tratamiento con aspirina, con una diferencias estadísticamente significativas entre los grupos analizados (0% vs. 6.5%; p<0.001 y 4.9% vs. 18%; p<0.001, respectivamente). A su vez, los pacientes bajo tratamiento con aspirina presentaron más eventos cerebrovasculares detectados mediante resonancia magnética en relación a los tratados con DOACs, tanto a las 24 horas (23% vs. 12%; p=0.03), como a los 30 días de seguimiento *18% vs. 6.5%; p=0.006), sin observarse diferencias en términos de complicaciones vinculadas al procedimiento indice ni a la mortalidad intrahospitalaria.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.