Los pacientes con cardiopatía isquémica poseen un riesgo incrementado de mortalidad por todas las causas y cardiovascular. La actividad física (AF) regular es un factor protector que atenua este riesgo. Es por ello que las guias clínicas americanas y europeas recomiendan que los adultos con enfermedades crónicas realicen AF regularmente en función de sus capacidades y eviten la inactividad. Sin embargo, las recomendaciones actuales se basan en gran medida en estudios longitudinales que utilizan una única evaluación de la AF a lo largo del tiempo.
Nathalia Gonzalez-Jaramillo y cols. realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis con el objetivo de determinar la asociación entre la AF en el tiempo con la mortalidad por todas las causas y cardiovascular en pacientes con cardiopatía isquémica.
Se incluyeron un total de 9 cohortes prospectivas con 33.576 pacientes con cardiopatía isquémica que evaluaron las asociaciones longitudinales de la AC con los eventos de interés. Todos los estudios evaluaron la AF mediante cuestionarios validados y la mortalidad estaba bien documentada.
Los cambios en la AF definieron 4 trayectorias nominales de AF: inactivos, activos y aquellos que aumentaron o disminuyeron la AF a lo largo del tiempo.
La edad media de la población fue de 62,5 años y el seguimiento máximo 15.7 años.
En comparación con los pacientes que siempre fueron inactivos, el riesgo de mortalidad por todas las causas fue un 50% menor en los que se siempre se mantuvieron activos (HR 0,50; IC 95%: 0,39-0,63); un 45% menor en los que eran inactivos pero se volvieron activos (HR 0,55; IC 95%: 0,44-0,7); y un 20% menor en los que eran activos pero se volvieron inactivos (HR 0,80; IC 95%: 0,64-0,99).
Al analizar los 25.010 pacientes con síndromes coronarios agudos incluidos en 4 cohortes, los resultados fueron similares. El riesgo de mortalidad por todas las causas fue un 62% menor en los siempre estuvieron activos, 56% menor en aquellos que aumentaron los niveles de AF y 35% menor en aquellos que redujeron la AF a lo largo del tiempo.
Sin embargo en los 8.566 pacientes con enfermedad coronaria estable, solo los pacientes que se mantuvieron activos y aquellos que aumentaron la AF presentaron una reducción en la mortalidad por cualquier causa comparados con aquellos inactivos, sin diferencias en aquellos que redujeron la actividad física a lo largo del tiempo.
El riesgo de mortalidad cardiovascular, fue un 51% menor en aquellos que se mantuvieron activos (HR 0.49; IC95%:0.39-0.62), un 27% menor en aquellos que aumentaron la AF (HR 0.63; IC95%: 0.51-0.78) y sin diferencias en aquellos que redujeron los niveles de AF en el tiempo comparados con los que nunca realizaron actividad física.
¿Que podemos recordar?
Al examinar la actividad física en el tiempo en los pacientes con cardiopatía isquémica, los resultados de este estudio sugieren el posible efecto protector del aumento o de la continuidad de la actividad física y los posibles efectos deletéreos de su disminución o del estilo inactivo.
La evaluación de la AF longitudinalmente en los paciente con cardiopatía isquémica debería convertirse en algo rutinario en la práctica clínica y ser objeto de investigaciones adicionales.