El trasplante cardiaco (TC) es el tratamiento gold standard de la insuficiencia cardiaca (IC) en estadio terminal, con excelentes resultados en términos de sobrevida a corto y mediano plazo. En este contexto y a pesar del tratamiento farmacológico inmunosupresor, la falla del injerto es aún una complicación mayor frecuentemente observada durante el primer año desde el procedimiento índice.
Se ha demostrado que los episodios de rechazo del injerto se asocian a una mayor disfunción del órgano y a una morbimortalidad en el seguimiento, por lo que es de vital importancia su diagnóstico y tratamiento precoz y oportuno. Así, y a pesar de las estrategias de detección no invasivas, la realización de una biopsia endomiocárdica (BEM) es el principal método para su diagnóstico; sin embargo, hay que considerar que esta estrategia depende de un método diagnóstico invasivo con los eventos adversos asociados, y presenta una elevada variabilidad interobservador en su interpretación, pudiendo conllevar potenciales errores de interpretación y diagnóstico.
La resonancia magnética cardiaca (RMC) con caracterización de tejido mutiparamétrica mediante sus secuencias ponderadas en T1 y T2 mapping ha surgido como una estrategia de pesquisa de rechazo del injerto no invasiva, siendo que diversos estudios han demostrado su elevada sensibilidad y una adecuada correlación entre la caracterización tisular por RMC con la determinación histopatológica secundaria a la BEM.
El objetivo del presente estudio realizado por Chris Anthony y colaboradores del Hospital St. Vincent (Australia) fue determinar la factibilidad de la determinación por RMC de la ocurrencia miocarditis secundaria al rechazo agudo del injerto (MRAI) durante el primer año luego de un TC.
Se realizó con este propósito una fase inicial observacional de cohorte transversal (fase de validación) a fin de determinar la concordancia diagnóstica de la MRAI entre la caracterización tisular por RMC y la BEM, y determinar el mejor punto de corte de los valores de RMC para los diferentes estadios de rechazo. Luego, se realizó un estudio aleatorizado piloto de no inferioridad (fase de aleatorización), incluyendo individuos en edad adulta sometidos a un TC ortotópico, aleatorizados a las 4 semanas desde el procedimiento de TC a la realización de BEM o RMC como estrategia de screening de MRAI, analizando como objetivo primario a la ocurrencia de rechazo del injerto grado 2R o superior con un periodo de seguimiento de 52 semanas luego del TC.
La realización de una resonancia magnética cardiaca multiparamétrica con caracterización tisular ponderada en T1 y T2 mapping es una estrategia factible y segura de pesquisa de rechazo del injerto luego de un trasplante cardiaco.
Se incluyeron un total 106 pacientes (73 individuos con antecedentes de TC y 33 individuos sanos controles), con un total de 401 RMC y 354 BEM. La edad promedio de la poblacion muestral fue de 50 años, con un 49% de sexo femenino, siendo la principal causa de TC la cardiomiopatia dilatada (64%) y con una fracción de eyección ventricular izquierda promedio de 61%.
Frente a la estrategia de pesquisa de MRAI mediante RMC multiparamétrica, se observó una gran reproducibilidad y capacidad de detección de rechazo del injerto con un área bajo la curva ROC (AUC) de 0.92 (sensibilidad [S] 93%, especificidad [E] 92%, valor predictivo negativo [VPN] 99%), con un mayor E y VPN en relación a la caracterización tisular uniparamétrica mediante T1 y T2, respectivamente.
No se observaron diferencias estadísticamente significativas en la cantidad de pacientes diagnosticados con MRAI de alto grado, como tampoco en los requerimientos de tratamiento inmunosupresor, función renal y mortalidad en el seguimiento entre los grupos analizados. Sin embargo, la tasa de rehospitalización (45% vs. 90%. OR 0.091; p=0.006) e infecciones (35% vs. 70%. OR 0.192; p=0.019) fueron menores en el subgrupo de pacientes sometidos a una RMC. Vale resaltar que sólo al 6% de los pacientes a los que se realizó una RMC fueron sometidos a una BEM a fin de confirmar el diagnóstico, lo que se traduce en una reducción del 94% del requerimiento de BEM como principal estrategia de diagnóstico de MRAI en el seguimiento.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.