Dentro del abanico de severidad de la enfermedad coronaria aterosclerótica, el abordaje terapéutico de las oclusiones totales crónicas (CTO) es en la actualidad uno de los procedimientos coronarios de intervencionismo cardiovascular más desafiantes. Así, la estandarización de las definiciones y estratificación de la severidad coronaria, así como el desarrollo de Guías de Revascularización para CTO son de vital importancia al momento de abordar este tipo de estenosis.
El objetivo del presente estudio realizado por Kostantinis y colaboradores del Minneapolis Heart Institute (USA) fue analizar las características, eventos clínicos intrahospitalarios y tendencia temporal de la revascularización de las CTO.
Se realizó con este propósito un análisis observacional retrospectivo de la cohorte del registro PROGRESS-CTO, analizando las características clínicas y anatómicas reportadas de pacientes incluidos durante el periodo comprendido entre 2012 a 2022.
Se incluyeron para el análisis un total de 10019 pacientes, con 10249 CTOs sometidas a revascularización coronaria. La edad promeido de la poblacion muetral analizada fie de 64±10 años, con un 81% de sexo masculino. Se observó una elevada prevalencia de antecedentes previos de angioplastia coronaria (ATC, 62%), cirugía de revascularización miocárdica (CRM, 29%) y diabetes mellitus (43%).
El vaso coronario mayormente comprometido por la CTO fue la arteria coronaria derecha (53%), seguido por la arteria descendente anterior (26%) y la arteria circunfleja (19%). Se observó que la realización frustra de una ATC a CTO se asoció a una mayor longitud de lesión coronaria y una mayor prevalencia de características anatómicas desfavorables, como la ambigüedad del cap proximal, bifurcación del cap distal y calcificación coronaria moderada a severa.
Se observó una tendencia temporal a mayor éxito del procedimiento de revascularización de oclusiones totales crónicas mediante angioplastia coronaria, con una reducción de la radiación y volumen de contraste utilizado, y una mayor utilización de imágenes endovasculares.
Se observó en el tiempo una reducción del acceso vascular bifemoral, y un incremento aparejado del acceso vascular radial-femoral (24% a 38%; p de tendencia <0.001). A su vez, se vió incrementada a la técnica de escalada de guía anterógrada (antegrade wire escalation [AWE]) como técnica exitosa final, sin cambios estadísticamente significativos en las estrategias de revascularización retrógradas en el tiempo.
El éxito técnico del procedimiento se incrementó en el tiempo, con una diferencia estadísticamente significativa entre los periodos analizados (82% a 88%; p de tendencia <0.001). A su vez, se observó un descenso en el volumen total de contraste utilizado, dosis de radiación requerida, tiempo de fluoroscopia, y un incremento de la utilización de métodos de imagen endovascular.
En términos de los eventos clínicos, la incidencia de eventos clínicos cardiovasculares mayores (MACE) intrahospitalarios fue de 2.1%, la cual se vió incrementada en aquellos casos de ATC frustra a CTO, con una diferencia estadísticamente significativa en relación a los casos de revascularización exitosa (5.4% vs. 1.6%; p<0.001).
Reaccione a este Artículo
Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.