Aunque el tratamiento de los síntomas de la enfermedad arterial periférica (EAP) puede abordarse mediante ejercicio, medicación para tratar la claudicación intermitente u opciones de revascularización, es esencial controlar el riesgo cardiovascular a largo plazo para prevenir eventos adversos.
La falta de tratamiento médico recomendado por las Guías de Práctica Clínica (TMRG) en pacientes sometidos a intervenciones periféricas endovasculares puede aumentar la mortalidad y el riesgo de amputación.
Kim G. Smolderen y cols. utilizaron datos del registro nacional de la Iniciativa de Calidad Vascular (VQI), vinculados con los datos de reclamaciones de Medicare, para evaluar la asociación entre el TMRG y el riesgo de mortalidad y amputación a largo plazo. Además, cuantificaron el riesgo de estos eventos adversos en función de la variabilidad de las tasas de TMRG en los distintos sistemas sanitarios y proveedores.
El cumplimiento del TMRG se definió como la administración conjunta de una estatina, tratamiento antiagregante y un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina/bloqueante del receptor de angiotensina (IECA/ARA) en pacientes hipertensos.
De los 15.891 pacientes sometidos a intervenciones periféricas, el 48.8% recibió TMRG.
Luego de aplicar el emparejamiento por puntuación de propensión, se obtuvieron dos grupos de 6.120 pacientes uno de los cuales recibió TMRG y otro no. La mediana de seguimiento fue de 9.6 meses para la mortalidad y 8.4 para amputación.
La edad media de la población del estudio fue 72±9.9 años, con un 38.9% de mujeres. Con respecto a los factores de riesgo y comorbilidades asociadas, el 26.2% eran tabaquistas, 94.2% de hipertensos, 56.1% diabéticos y el 39% presentaba enfermedad coronaria asociada. Además, el 17.6% de los pacientes presentaban antecedentes de amputación, 42% de intervención periférica y 10% presentaban estenosis carotidea.
Al alta, el 83.4% se encontraban tratados con estatinas, 82.6% con aspirina y 56.7% con IECA/ARA.
Los pacientes que no recibieron TMRG, comparados con aquellos que si lo recibieron presentaron un riesgo significativamente mayor de mortalidad (31.2% vs 24.5%, HR a,37, IC95%: 1.25-1.50, p<0.001) y de amputación (16% vs 13.2%, HR 1.20, IC95%: 1.08-1.35, p<0.001).
Las tasas de TMRG entre los centros y proveedores fueron muy variables y oscilaron entre el 0 y 100% y, un menor rendimiento, se tradujo en un mayor riesgo de eventos a futuro.
¿Qué podemos recordar?
Según los resultados de este registro de calidad, casi la mitad de los pacientes que fueron sometidos a intervenciones vasculares periféricas no recibían TMRG, lo que se asocio con un mayor riesgo de mortalidad y amputación mayor.
Los autores resaltan la importancia de mejorar la calidad de atención en los pacientes con EAP mediante la implementación del TMRG.
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