En la actualidad, la ablación con catéter se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la fibrilación auricular (FA). A pesar de sus beneficios, una de las complicaciones más comunes asociadas es la pericarditis aguda. Sin embargo, existe una falta significativa de datos acerca de la incidencia y los factores predictivos de la pericarditis posterior a la ablación.
Ritu Yadav y cols. emplearon datos provenientes de un registro de ablación de FA llevado a cabo en Johns Hopkins, con el propósito de evaluar la incidencia, características y los factores predictivos de la pericarditis luego de la ablación con catéter de la FA.
Se incluyeron pacientes sometidos a ablación de FA entre el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de marzo de 2022. El diagnóstico de pericarditis se estableció conforme a las directrices de la Sociedad Europea de Cardiología de 2015, considerando la presencia de al menos 2 de las siguientes características: dolor torácico pleurítico, frote pericárdico, cambios electrocardiográficos típicos o derrame pericárdico dentro de los 3 meses posteriores al procedimiento de ablación.
De los 1.540 pacientes sometidos a ablación de FA, con una edad media de 65.2±10.4 años y un 67.5% de hombres, el 3.7% de los pacientes desarrolló pericarditis aguda dentro de los 3 meses de la ablación.
Las características clínicas basales, como la edad, sexo y el índice de masa corporal fueron comparables entre los grupos con y sin pericarditis.
La mediana del tiempo transcurrido hasta la aparición de los síntomas fue de 1 día.
La ablación por radiofrecuencia se realizó en el 58.6% del grupo sin pericarditis y en el 68.4% de los pacientes con pericarditis; la ablación con criobalón se llevó a cabo en el 32.8% de los pacientes del grupo sin pericarditis y en el 19.3% de los pacientes con pericarditis.
El 77.2% de los pacientes desarrolló pericarditis luego de la ablación inicial, y en el 22.8% restante luego de un nuevo procedimiento.
Se observaron cambios electrocardiográficos en el 59.6% , derrame pericárdico en el 12%, y todos los pacientes fueron tratados medicamente con antiinflamatorios no esteroideos específicos y colchicina en el 81% de los pacientes, con una duración media del tratamiento de 7 días.
El 7% de los pacientes desarrolló derrame con taponamiento que precisó pericardiocentesis.
El análisis de regresión logística multivariable identificó a la ablación por radiofrecuencia (OR 2.09, IC95%: 1.07-4.08, p=0.03) como un predictor independiente de pericarditis aguda tras la ablación de FA, en comparación con la crioablación, mientras que el aumento de la edad por unidad se asoció a una disminución del riesgo (OR 0.97, IC95%: 0.95-0.99, p=0.02).
¿Qué podemos recordar?
La incidencia de pericarditis aguda tras la ablación con catéter fue del 3.7%.
La ablación por radiofrecuencia y la menor edad fueron factores de riesgo independientes de pericarditis aguda postablacion.
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