El sangrado representa una de las complicaciones más frecuentes en pacientes sometidos a implante valvular aórtico percutáneo (TAVI). En general, estos pacientes suelen ser de alto riesgo debido a las comorbilidades asociadas. Sin embargo, los estudios a gran escala que evalúen las complicaciones hemorrágicas en la población de TAVI contemporánea son limitados.
Astrid C. van Nieuwkerk y cols. utilizaron la base de datos del estudio CENTER2, que incluyó 10 estudios clínicos de pacientes sometidos a TAVI entre 2007 y 2022, con el objetivo de determinar la incidencia, tendencias temporales, predictores e implicancias clínicas del sangrado en pacientes sometidos a TAVI por vía transfemoral. Los sangrados se clasificaron según criterios VARC-2.
En el análisis se incluyeron 23.562 pacientes sometidos a TAVI transfemoral, con una edad media de 81.5±6.7 años y un 56% de mujeres. El promedio de puntaje de STS fue del 4.0%. Se utilizaron válvulas balón expandibles en el 43% de los pacientes, y en el 58% se utilizaron nuevas generaciones de dispositivos.
El 6.6% de los pacientes presentaron sangrado mayor dentro de los primeros 30 días de realizado el TAVI, siendo el 29.4% de estos sangrados potencialmente fatales.
Un 4.7% de los pacientes presentaron sangrado menor.
Las tasas de sangrado mayor se redujeron significativamente del 11.5% en el periodo 2007-2010 al 5.5% en el periodo 2019-2022, mientras que las tasas de sangrado menor no se modificaron a lo largo del tiempo.
La mayoría de los sangrados, tanto mayores como menores, ocurrieron durante el primer día post-TAVI. El sangrado más allá de los 30 días se reportó en el 0.38% de los pacientes.
La localización más frecuente del sangrado mayor fue el sitio del acceso vascular en el 70% de los pacientes, mientras que en las localizaciones no relacionadas con el acceso vascular, la más frecuente fue en el pericardio (45%), seguido de la localización gastrointestinal (17%), tracto genitourinario (10%) o cerebro (2%).
La doble antiagregación plaquetaria, en comparación con la antiagregación única, se asoció con una mayor tasa de sangrado mayor (12.2% vs. 9.1%, OR 1.40, IC95%: 1.13-1.72, p=0.002).
Los pacientes bajo anticoagulación oral que interrumpieron el tratamiento antes del procedimiento, no presentaron una mayor tasa de sangrado mayor a los 30 dias en comparación con aquellos que recibieron un antiagregante plaquetario (10.9% vs. 9.1%, OR 1.24, IC95%: 0.94-1.63, p=0.13) o doble antiagregación plaquetaria (10.9% vs. 12.2%, OR 0.87, IC95%: 0.66-1.15, p=0.33).
Los pacientes que presentaron sangrado mayor tuvieron un mayor riesgo de mortalidad durante los primeros 30 días (14.1% vs. 4.3%, OR 3.66, IC95%: 3.11-4.31, p<0.001) y durante el primer año de seguimiento (27.8% vs. 14.5%, HR 1.50, IC95%: 1.41-1.59, p<0.001), en comparación con aquellos que no tuvieron sangrados.
El sangrado menor no afecto el riesgo de mortalidad al año de seguimiento (16.7% vs. 14.5%, HR 1.11, IC95%: 0.93-1.32, p=0.27).
Los pacientes con sangrado mayor presentaron mayores tasas de otros eventos, como complicaciones vasculares mayores y menores, y una mayor estadía hospitalaria.
Los predictores de sangrado mayor a 30 días incluyeron el género femenino, el índice de masa corporal, la enfermedad vascular periférica y el uso de generaciones previas de dispositivos
¿Qué podemos recordar?
Las complicaciones hemorrágicas continúan siendo frecuentes en pacientes sometidos a TAVI.
El mayor riesgo de mortalidad asociado a esta complicación persiste luego de los 30 días iniciales del procedimiento.
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