Las lesiones de bifurcación coronaria representan entre el 15% y el 20% de todas las angioplastias coronarias (ATC) y son técnicamente desafiantes, lo que se traduce en resultados clínicos subóptimos. El enfoque inicial de dos stents se recomienda para lesiones complejas y en bifurcaciones distales del tronco de la coronaria izquierda. Para las lesiones más simples, se prefiere el enfoque de stenting provisional, que consiste en realizar primero el stenting del vaso principal (VP) y, si es necesario, realizar un stenting de rescate en la rama lateral (RL).
En este contexto, la dilatación previa de la RL no se recomienda para evitar la necesidad de un stenting posterior. Sin embargo, el desplazamiento de la carina puede causar compresión del ostium de la RL, lo que lleva a la necesidad de utilizar un balón no complaciente (NCB, por sus siglas en inglés) para su dilatación. A pesar de su efectividad, el uso de NCB puede resultar en disección u oclusión de la RL, lo que requeriría un segundo stent. Por otro lado, el uso de un balón recubierto de fármaco (DCB, por sus siglas en inglés) es atractivo, ya que puede prevenir la restenosis.
A pesar de las ventajas demostradas en lesiones pequeñas y restenosis intrastent, los beneficios del DCB en lesiones de bifurcación no han sido evaluados exhaustivamente en ensayos aleatorizados.
Durante el Congreso TCT 2024, se presentaron los resultados del estudio DCB-BIF, diseñado para evaluar la eficacia del DCB frente al NCB para la RL tras el stenting del VP en lesiones verdaderas de bifurcación coronaria.
Se trata de un ensayo controlado, aleatorizado y multicéntrico que incluyó a pacientes con bifurcaciones coronarias verdaderas que presentaban estenosis ≥ 70% en la rama lateral luego del stenting del vaso principal en 22 centros en China, Indonesia, Italia y Corea.
Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a intervención con DCB o NCB en la RL.
El punto final primario fue la ocurrencia de eventos cardíacos adversos mayores, un compuesto de muerte cardiaca, infarto de miocardio del vaso tratado o revascularización de la lesión tratada guiada clínicamente a 1 año.
Entre el 8 de septiembre de 2020 y el 2 de junio de 2023, 784 pacientes con lesiones de bifurcación coronaria verdadera que se sometieron a stenting del vaso principal y presentaban una rama lateral severamente comprometida fueron asignados aleatoriamente al grupo DCB (n = 391) o al grupo NCB (n = 393).
La mediana de edad fue de 65 años, y el 76.7% eran hombres. Además, el 36.6% presentaba diabetes tipo 2.
Con respecto a la presentación clínica, el 2.2% de los pacientes tenía isquemia silente, el 6.8% angina estable, el 61.1% angina inestable, y el 5.7% y 24.5% habían sufrido infarto con y sin elevación del ST, respectivamente. Globalmente, el 76.1% presentaba bifurcaciones MEDINA 1,1,1, y el 65.3% tenía enfermedad de múltiples vasos. Las lesiones en bifurcación se localizaron en la arteria descendente anterior en el 67.9% de los pacientes y en el tronco de la coronaria izquierda en el 15.2%.
El objetivo primario ocurrió en 28 pacientes del grupo DCB y 49 pacientes del grupo NCB (tasa de Kaplan-Meier: 7.2% frente a 12.5%; HR: 0.56, IC95%: 0.35-0.88; P = 0.013).
Esta diferencia fue impulsada por menos infartos relacionados con el vaso tratado en el grupo DCB, especialmente infartos espontáneos que ocurrieron más de 48 horas después de los procedimientos.
No hubo diferencias significativas entre los grupos en cuanto al éxito del procedimiento, la conversión a una estrategia de 2 stents, la muerte por todas las causas, la revascularización o la trombosis del stent.
¿Qué podemos recordar?
En pacientes con lesiones de bifurcación coronaria verdadera que se someten a stenting provisional, el tratamiento de la rama lateral comprometida con un DCB resultó en una tasa más baja de eventos adversos compuestos a 1 año en comparación con la intervención con NCB.