Cada vez se presta más atención a las alteraciones y trastornos del sueño en relación con el riesgo cardiovascular temprano, incluida la fibrilación auricular (FA).
La apnea obstructiva del sueño aumenta el riesgo de FA, pero está altamente asociada con el insomnio, otro trastorno común del sueño. Los veteranos son más propensos a desarrollar insomnio, lo que los convierte en una población interesante para comprender el riesgo potencial asociado a la FA.
Allison E. Gaffey y cols. llevaron a cabo un análisis retrospectivo de los registros electrónicos de salud de un estudio de cohorte de veteranos estadounidenses que fueron dados de baja del servicio militar desde el 1 de octubre de 2001 y que recibieron atención medica por parte de la Administración de Salud de Veteranos en el periodo comprendido entre 2001 y 2017.
Su objetivo era determinar la asociación entre el insomnio y el riesgo temprano de FA, así como evaluar si la aparición de FA es más temprana en personas con insomnio.
En total, 1.063.723 veteranos con una edad media de 28±8.8 años y 14% de mujeres, fueron seguidos durante un promedio de 10 años. El 11% presentaban apnea del sueño, mientras que el 12% de los participantes fueron diagnosticados con insomnio.
Hubo 4.168 casos de FA.
El insomnio se asoció con un riesgo ajustado de FA un 32% mayor, y los veteranos con insomnio mostraron un inicio de FA de hasta 2 años antes.
Las asociaciones entre el insomnio y la FA fueron similares luego de tener en cuenta la utilización de asistencia sanitaria (HR a 1.27, IC95%: 1.17-1.39), excluyendo a los veteranos con apnea obstructiva del sueño (HRa 1.38, IC95%: 1.24-1.53).
Factores como la edad, el género masculino, el índice de masa corporal, el antecedente de alcoholismo, apnea obstructiva del sueño, hipertensión, enfermedad coronaria, insuficiencia cardiaca y desordenes psiquiátricos también se asociaron con un riesgo aumentado de FA. Sin embargo, la asociación entre insomnio y FA persistió luego de controlar todos estos factores.
¿Qué podemos recordar?
En adultos jóvenes, el insomnio se asoció de forma independiente con la incidencia de FA.
Los autores destacan que estudios adicionales podrán determinar si esta asociación difiere en hombres y mujeres y si el tratamiento conductual o farmacológico del insomnio atenúa el riesgo de FA.