La inflamación se considera un mecanismo clave en la aterosclerosis, tanto en sus fases agudas como crónicas. Los niveles elevados de marcadores inflamatorios circulantes también se han asociado con un pronóstico más desfavorable en pacientes con síndromes coronarios agudos.
El canakinumab, un inhibidor de la interleucina-1β, ha demostrado reducir eventos isquémicos en pacientes con infarto de miocardio previo, pero su uso esta asociado con un aumento en las infecciones fatales. Por lo tanto, se necesitan mas datos sobre los efectos de los agentes antiinflamatorios en los eventos cardiovasculares.
La colchicina, que inhibe las acciones de los neutrófilos y la liberación de citoquinas inflamatorias, incluidas la interleucina-1 e interleucina-6, ha demostrado efectos cadiovasculares beneficiosos en ensayos con pacientes post-infarto y con enfermedad coronaria estable. Sin embargo, dos ensayos recientes con pacientes con accidente cerebrovascular (ACV) isquémico no mostraron reducción de eventos cardiovasculares con el uso de colchicina.
La Sociedad Europea de Cardiología recientemente emitió una recomendación de clase IIa para el uso de colchicina en pacientes con enfermedad arterial coronaria aterosclerótica. No obstante, su uso no es aún generalizado entre estos pacientes.
Durante la segunda jornada del Congreso AHA 2024, se presentaron los resultados del ensayo CLEAR SYNERGY, un ensayo multicéntrico con un diseño factorial 2×2 que asigno aleatoriamente a pacientes con infarto de miocardio a recibir colchicina o placebo y espironolactona o placebo.
El criterio de eficacia fue un compuesto de muerte por causas cardiovasculares, infarto de miocardio recurrente, accidente cerebrovascualr o revascularizcion coronarina guiada por isquemia.
Se midió la proteína C reactiva (PCR) a los 3 meses en un subgrupo de pacientes.
Se incluyeron un total de 7.062 pacientes en 104 centros en 14 paises, de los cuales 3.528 fueron asignados a recibir colchicina y 3.534 placebo. La edad media era 61 años, con un 20.4% de mujeres.
El 95.1% de los pacientes presentaba un IAM con elevación del ST (IAMCEST) y el 4.9% un IAM sin elevación del ST (IAMSEST).
No se observaron diferencias en el punto final primario entre el grupo que recibió colchicina y el grupo placebo (9.1% vs. 9.3%, HR 0.99, IC95%: 0.85-1.16, p=0.93).
La incidencia de los componentes individuales fue similar en ambos grupos.
La diferencia de medias ajustada en los niveles de proteína C-reactiva entre el grupo de colchicina y el grupo placebo a los 3 meses, ajustada según los valores basales, fue de −1.28 mg por litro (IC del 95%, −1.81 a −0.75).
La diarrea fue más frecuente en el grupo de colchicina que en el de placebo (10.2% frente a 6.6%; P<0.001), pero la incidencia de infecciones graves no presentó diferencias entre los grupos.
¿Qué podemos recordar?
Entre los pacientes con infarto de miocardio, el tratamiento con colchicina, iniciado poco después del infarto y continuado por un periodo medio de 3 años, no redujo la incidencia del criterio primario compuesto (muerte por causas cardiovasculares, infarto de miocardio recurrente, accidente cerebrovascular o revascularización coronaria no planificada por isquemia).
Los resultados se publicaron simultaneamente en NEJM.