La miocardiopatía periparto (PPCM) es una forma poco frecuente pero grave de insuficiencia cardíaca que típicamente se presenta en el último mes del embarazo o durante los primeros cinco meses posteriores al parto. Esta condición afecta a mujeres previamente sanas y se caracteriza por una disminución significativa de la función del ventrículo izquierdo (VI), lo que puede conducir a insuficiencia cardíaca progresiva, hospitalizaciones frecuentes, y en casos severos, a la necesidad de trasplante cardíaco o muerte. Tradicionalmente, la función del VI ha sido el foco principal en la evaluación pronóstica y el manejo clínico de la PPCM. Sin embargo, la función del ventrículo derecho (VD), que desempeña un papel crucial en la hemodinámica cardíaca, ha recibido menos atención. La disfunción del VD ha sido asociada con peor pronóstico en diversas enfermedades cardíacas, pero su impacto específico en PPCM aún no está completamente dilucidado.
Ali A. Khan y cols. realizaron un metaanálisis con el objetivo de evaluar el papel de la disfunción del VD en el momento del diagnóstico de PPCM, y su asociación con la recuperación de la función sistólica del VI y con la incidencia de eventos clínicos adversos mayores, como la necesidad de dispositivos de asistencia ventricular, hospitalización por insuficiencia cardíaca, trasplante cardíaco y muerte.
Para ello, se analizaron cinco estudios que cumplían criterios específicos de evaluación ecocardiográfica y por resonancia magnética cardíaca para definir la disfunción del VD. Los parámetros considerados fueron excursión sistólica del plano anular tricuspídeo menor a 16 mm, fracción de cambio del área menor al 35%, velocidad sistólica del anillo tricuspídeo inferior a 10 cm/s, o fracción de eyección del VD menor al 45%.
La cohorte total incluyó 472 pacientes con PPCM, de los cuales 117 presentaron disfunción del VD. El seguimiento acumulado superó los 1.200 años-persona, con una mediana de seguimiento de entre 2 y 3 años.
Los desenlaces principales evaluados fueron la recuperación de la función del VI, definida como una fracción de eyección del VI igual o superior al 50%, y un compuesto de eventos adversos clínicos que incluía hospitalización por insuficiencia cardíaca, necesidad de dispositivos de asistencia ventricular, trasplante cardíaco y muerte.
El análisis mostró que la presencia de disfunción del VD al diagnóstico se asoció con un impacto negativo significativo sobre la recuperación de la función del VI.
Las pacientes con disfunción del VD tenían menos de la mitad de la probabilidad de recuperar una función ventricular izquierda normal (fracción de eyección del VI ≥ 50%) en comparación con aquellas con función normal del VD (OR 0.39, IC95%: 0.23 a 0.67; p < 0.001). Esto indica una reducción del 61% en la probabilidad de recuperación del VI en presencia de disfunción del VD, lo cual es clínicamente relevante, dado que la función del VI es clave para el rendimiento cardíaco y la supervivencia.
En cuanto a los eventos adversos mayores, las pacientes con disfunción del VD presentaron un riesgo más de cuatro veces superior en comparación con aquellas sin afectación del VD (OR 4.19; IC 95%: 2.43 a 7.22; p < 0.001). Esto refleja una asociación sólida y significativa entre la disfunción del VD y un pronóstico clínico peor en PPCM.
La consistencia de estos hallazgos fue buena entre los estudios incluidos, con una heterogeneidad moderada (I² = 45%), lo que sugiere que esta relación es estable y aplicable a diferentes poblaciones con PPCM.
¿Qué nos deja este estudio?
La disfunción del ventrículo derecho al momento del diagnóstico en pacientes con miocardiopatía periparto se asocia con un mayor riesgo de eventos clínicos adversos importantes y con una menor probabilidad de recuperación de la función del ventrículo izquierdo.
Estos resultados resaltan la importancia de evaluar cuidadosamente la función del VD en la PPCM, no solo como un indicador pronóstico sino también como un posible objetivo terapéutico para mejorar el desenlace de esta enfermedad potencialmente mortal.