La revascularización en pacientes con antecedentes de cirugía de bypass coronario (CABG) que presentan falla de injertos venosos safenos continúa siendo un desafío clínico relevante. Las guías actuales recomiendan realizar la intervención coronaria percutánea (ICP) sobre la arteria coronaria nativa en lugar del injerto, aunque esta indicación se sustenta únicamente en datos observacionales y carece de evidencia proveniente de ensayos aleatorizados.
Durante el Congreso TCT 2025 se presentaron los resultados del estudio PROCTOR (Percutaneous Coronary Intervention of Native Coronary Artery versus Saphenous Vein Graft in Patients with Prior Coronary Artery Bypass Graft Surgery) que fue diseñado para comparar de manera directa ambas estrategias y aportar evidencia clínica sólida sobre sus resultados.
Se trata de un estudio multicéntrico y aleatorizado, que incluyó pacientes con estenosis significativa en un injerto venoso safeno (SVG) y una indicación de revascularización establecida por un Heart Team. Los participantes fueron asignados al azar, en una proporción 1:1, a una estrategia de ICP del vaso nativo o del injerto venoso, utilizando una plataforma de randomización web interactiva.
El estudio se desarrolló en 14 centros europeos entre enero de 2019 y diciembre de 2023.
El criterio de valoración principal fue la incidencia, al año de seguimiento, de eventos cardíacos adversos mayores (MACE), definidos como la combinación de mortalidad por cualquier causa, infarto de miocardio no fatal en el territorio coronario tratado o revascularización clínicamente indicada del mismo territorio.
El análisis se realizó por intención de tratar y el estudio continúa en seguimiento a largo plazo.
Un total de 220 pacientes fueron incluidos, con una edad media de 73 ± 7 años y predominio masculino (84%). De ellos, 108 fueron asignados al grupo de ICP del vaso nativo y 112 al grupo de ICP del injerto venoso.
A un año de seguimiento, los eventos cardíacos adversos mayores ocurrieron en 34% de los pacientes del grupo ICP del vaso nativo frente a 19% en el grupo ICP del injerto venoso (HR 2,14; IC95% 1,25–3,65; p=0,006).
No se observaron diferencias significativas en la mortalidad total (HR 1,59; IC95% 0,45–5,64; p=0,472), aunque tanto el infarto de miocardio no fatal en el territorio tratado (HR 2,12; IC95% 1,08–4,17; p=0,029) como la necesidad de una nueva revascularización clínicamente indicada (HR 2,19; IC95% 1,02–4,72; p=0,044) fueron más frecuentes en los pacientes sometidos a ICP del vaso nativo. Asimismo, la incidencia de infarto periprocedimiento fue significativamente mayor en este grupo en comparación con el grupo tratado sobre el injerto venoso (13% vs. 1%, HR 14,85, IC95%: 1.95-112,96, p=0,009).
¿Qué nos deja este estudio?
En pacientes con antecedente de CABG y falla de injerto venoso safeno, la estrategia de ICP sobre el injerto se asocia con mejores resultados clínicos en comparación con la ICP de la arteria nativa al año de seguimiento.
Esta diferencia se explica principalmente por una menor incidencia de infarto relacionado con el procedimiento y de revascularización repetida en el territorio tratado.
Estos resultados aportan evidencia aleatorizada de alta calidad que desafía las recomendaciones actuales y sugiere la necesidad de reconsiderar las estrategias de revascularización en esta población compleja, privilegiando la decisión individualizada del Heart Team según las características anatómicas y clínicas de cada paciente.
