Los betabloqueantes (BB) pueden mejorar el pronóstico tras un infarto agudo de miocardio. Sin embargo, sigue sin estar claro durante por cuánto tiempo deben prescribirse.
Basados en los datos del registro coreano de infarto agudo de miocardio KAMIR-NIH, se colectaron los datos sobre el tratamiento con BB y la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) en el seguimiento al año.
Los pacientes fueron estratificados en 2 grupos de acuerdo con la FEVI al año en <50% (n=1001) y ≥50% (n=3007).
El punto final primario fue la mortalidad por todas las causas a 2 años del seguimiento del primer año.
Un total de 3177 pacientes recibieron BB al año del infarto, y 151 pacientes murieron durante el seguimiento de 2 años desde el primer año luego de la hospitalización índice.
Los BB mostraron beneficios en la sobrevida en los pacientes con una FEVI<50% a 1 año del infarto (log-rank P=0,001) pero NO en aquellos con una FEVI≥50% a 1 año del infarto (log-rank P=0,311).
Tras ajustar las covariables, los BB se asociaron a una reducción del 51% de la mortalidad en los pacientes con una FEVI<50% a un año (HR aj 0.49, IC 95%: 0.26-0.89; p=0,020), pero NO en aquellos con FEVI≥50% (HR aj 1.35, IC 95%: 0.74-2.46; p=0,322). De hecho, hubo una interacción pronóstica entre el uso de betabloqueantes a 1 año y la FEVI a 1 año (p para la interacción=0,004).
¿Qué podemos recordar?
El uso de β-bloqueantes en el seguimiento de 1 año después de un infarto agudo de miocardio se asoció con mejores resultados en los pacientes con una FEVI<50% a 1 año, pero no en aquellos con una FEVI>50% a 1 año.
Este estudio proporciona información valiosa sobre la respuesta diferencial a los betabloqueantes según la FEVI a 1 año y podría sugerir la duración adecuada de los betabloqueantes después de un IM agudo.