Diversos estudios han demostrado la superioridad de los anticoagulantes orales directos (DOACs), en relación a los antagonistas de la vitamina K (AVK), en términos de una disminución de la ocurrencia de eventos hemorrágicos en diferentes escenarios clínicos.
Hasta la fecha, existe escasa evidencia que contraste los DOACs entre sí, y su asociación con eventos clínicos adversos, en pacientes con fibrilación auricular (FA) con requerimientos de tratamiento anticoagulante.
El objetivo del presente estudio realizado por Wayne Ray y colaboradores de la Universidad de Vanderbilt (USA) fue comparar el beneficio del apixaban y rivaroxabán en la prevención de ocurrencia de eventos clínicos adversos isquémicos y hemorrágicos, en pacientes con FA.
Fue un estudio de cohorte retrospectivo que incluyó para el análisis pacientes con antecedentes de FA de 65 años o mayores, pertenecientes a una base de datos médicos de los Estados Unidos (US Medicare), bajo tratamiento con apixaban o rivaroxabán los cuales fueron seguidos por un periodo de cuatro año a fin de objetivar la ocurrencia de eventos clínicos adversos en el seguimiento. Se analizó como objetivo primario a la ocurrencia del compuesto de eventos isquémicos (accidente cerebrovascular [ACV], embolia sistémica) y hemorrágicos (hemorragia intracerebral [IH], sangrados intracraneales, hemorragias fatales extracerebrales). Como objetivo secundario se exploró la mortalidad por todas las causas y los sangrados intracraneales no fatales.
Se incluyeron para el análisis un total de 227572 pacientes bajo tratamiento con rivaroxabán, y 353879 pacientes bajo tratamiento con apixaban. La edad promedio de la poblacion muestral fue de 77 años, con un 50.2% de sexo femenino. Del total de la cohorte analizada, el 23.1% se encontraba bajo tratamiento con dosis reducidas del fármaco prescrito.
En pacientes mayores de 65 años con fibrilación auricular y requerimientos de anticoagulación, el tratamiento con apixaban presenta se asocia a una menor ocurrencia de eventos clínicos adversos, en relación al tratamiento con rivaroxabán.
La incidencia del evento primario combinado fue menor en la rama de tratamiento con rivaroxabean, siendo de 16.1 por cada 1000 personas/año, en relación a 13.4 por cada 1000 personas/año bajo el tratamiento con apixaban (diferencia 2.7, HR 1.18 [IC 95% 1.12-1.24]). El subgrupo de tratamiento con rivaroxabean presentó mayor ocurrencia de eventos isquémicos (HR 1.12 [IC95% 1.04-1.20]), y hemorrágicos (HR 1.26 [IC 95% 1.16-1.36]), en relación a los pacientes bajo tratamiento con apixaban.
Los pacientes bajo tratamiento con rivaroxabán presentaron una mayor incidencia de sangrados intracraneales no fatales (HR 2.07 [IC 95% 1.99-2.15]), eventos isquémicos o hemorrágicos fatales (HR 1.34 [IC 95% 1.21-1.48]) y mortalidad por todas las causas (HR 1.06 [IC 95% 1.02-1.09]), en relación a aquellos bajo tratamiento con apixaban, respectivamente.
El riesgo de ocurrencia de eventos clínicos adversos se vió incrementado en el tratamiento con rivaroxabán, tanto en la prescripción de dosis estándar (HR 1.13 [IC 95% 1.06-1.21]), como en las dosis reducidas (HR 1.28 [IC95% 1.16-1.40]), respectivamente.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.