La insuficiencia cardíaca aguda (ICA) es una de las principales causas de hospitalización a nivel mundial y representa un desafío clínico creciente debido al envejecimiento poblacional y a la alta carga de comorbilidades asociadas.
Si bien en los últimos años se ha acumulado evidencia sobre el impacto del sexo en la epidemiología, el fenotipo clínico y la respuesta terapéutica en pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), la mayor parte de esta información proviene del contexto crónico. En cambio, son más limitados los estudios que han explorado las diferencias entre mujeres y hombres en el escenario agudo.
Datos de estudios previos han mostrado que las mujeres hospitalizadas por ICA tienden a ser de mayor edad, con mayor prevalencia de fracción de eyección preservada o levemente reducida, etiología no isquémica y múltiples comorbilidades en comparación con los hombres. Sin embargo, la evidencia disponible respecto a diferencias por sexo en los desenlaces clínicos tras la hospitalización ha sido heterogénea: mientras algunos trabajos informaron resultados similares entre mujeres y hombres, otros describieron menor mortalidad y tasas de rehospitalización en mujeres.
Además, históricamente las mujeres han estado subrepresentadas en los ensayos clínicos más antiguos de ICA, lo que resalta la necesidad de contar con estudios contemporáneos que permitan caracterizar con mayor precisión las diferencias de sexo en esta población.
En este contexto, el presente análisis realizado por Alice Ravera y cols. tuvo como objetivo caracterizar el fenotipo clínico y bioquímico, la trayectoria de evolución intrahospitalaria y los desenlaces a 180 días de hombres y mujeres incluidos en el ensayo RELAX-AHF-2, un estudio multicéntrico y multinacional de ICA.
RELAX-AHF-2 fue un ensayo multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y dirigido por eventos, que evaluó serelaxina además de la terapia estándar en pacientes hospitalizados por ICA.
La aleatorización debía realizarse en las primeras 16 horas tras el inicio del tratamiento diurético. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente (1:1) a serelaxina intravenosa (30 μg/kg/día durante hasta 48 h) o placebo, además de la terapia recomendada por las guías clínicas. Los investigadores podían ajustar la medicación de acuerdo con las necesidades clínicas.
El seguimiento clínico incluyó evaluaciones diarias durante los primeros 5 días o hasta el alta, y visitas en los días 14, 60, 120 y 180. Se registraron signos y síntomas de IC hasta el día 60 y variables hematológicas y bioquímicas hasta el día 14.
En total, se analizaron 6.545 pacientes con ICA, de los cuales 40% eran mujeres.
Las mujeres incluidas en el estudio eran significativamente mayores que los hombres (78 vs. 72 años; P < 0,001) y presentaban una fracción de eyección más alta (45% vs. 35%; P < 0,001).
Durante la hospitalización:
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Recibieron dosis menores de diuréticos (equivalente a furosemida hasta el día 5: 200 vs. 240 mg IV; P < 0,001),
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Lograron menor pérdida de peso relativa (P = 0,026),
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Presentaron una respuesta diurética ligeramente inferior (−0,33 vs. −0,36 kg/40 mg de furosemida al día 5; P = 0,011),
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Obtuvieron mejoría clínica similar en signos y síntomas al día 5 (todos los P ajustados > 0,05).
Un hallazgo relevante fue que más mujeres presentaron deterioro de la función renal (WRF, por sus siglas en inglés) durante la hospitalización al día 5 (HR ajustado: 1,24; IC 95%: 1,06–1,46; P = 0,009).
Las mujeres que desarrollaron WRF tuvieron:
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Mayor riesgo de muerte cardiovascular y rehospitalización por IC o insuficiencia renal a 180 días,
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Peor evolución en comparación con hombres y mujeres sin WRF (P ajustado por interacción < 0,001).
No se observaron diferencias significativas entre sexos en otros desenlaces clínicos (todos los P > 0,20).
¿Qué nos deja este estudio?
Este análisis del ensayo RELAX-AHF-2 pone de manifiesto diferencias clínicas y fisiopatológicas importantes entre mujeres y hombres hospitalizados por ICA.
Las mujeres, a pesar de tener perfiles clínicos distintos (mayor edad, FEVI más alta y menor dosis de diuréticos), experimentaron desenlaces post-alta similares a los hombres, aunque con una mayor incidencia de deterioro renal temprano, el cual se asoció a un pronóstico menos favorable.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de considerar estrategias de manejo individualizadas por sexo, particularmente en lo que respecta a la administración de diuréticos y el monitoreo renal durante la hospitalización.