La interferencia con el sistema de conducción cardíaco es una complicación frecuente tras el implante valvular aórtico percutáneo (TAVI), siendo particularmente relevante el bloqueo de rama izquierda persistente (BCRI), que se presenta en el 16.3% de los casos. El bloqueo de rama derecha persistente (BCRD) es menos común, pero igualmente significativo. Ambas condiciones pueden causar disincronía ventricular, lo que disminuye el gasto cardíaco y aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, mortalidad y la necesidad de un marcapasos permanente.
Karan Rao y cols. llevaron a cabo una revisión sistemática y metaanálisis con el objetivo de evaluar el impacto pronóstico del BCRI o BCRD después del TAVI.
Se realizó una revisión sistemática de las siguientes bases de datos en línea: PubMed, Medline, Scopus y Web of Science, incluyendo estudios en inglés desde 2014 hasta 2024. Se realizaron dos búsquedas separadas para estudios que evaluaron el BCRI y el BCRD post-TAVI.
El análisis incluyó 23 estudios con un total de 18,875 pacientes para BCRI, y 5 estudios con 3,525 pacientes para BCRD.
La incidencia de BCRI varió entre los estudios (9.6%-47.5%), con una media global del 29.7%, mientras que la incidencia de BCRD fue más baja, oscilando entre el 0.8% y el 9.6%.
El BCRI de nueva aparición se asoció con un aumento significativo de la mortalidad por todas las causas a 1 año (RR 1.41, IC 95%: 1.12-1.78, p < 0.01), mortalidad cardiovascular (RR 1.34, IC 95%:1.02-1.75 , p = 0.02), rehospitalización relacionada con insuficiencia cardíaca (RR 1.56, IC 95%:1.31-1.84, p < 0.01) y un mayor riesgo de implantación de marcapasos permanente a 1 año (RR 3.05, IC 95%: 2.39-3.89, p < 0.01).
El BCRD de nueva aparicion no se asoció con mayor mortalidad por todas las causas a 1 año (RR 1.74, IC95%: 0.88-3.46, p = 0.11). Sin embargo, se observo un aumento significativo en el riesgo de requerir implante de marcapasos a 1 año (RR 4.68,IC95%: 3.60-6.08, p < 0.01).
¿Qué podemos recordar?
El BCRI de nueva aparición está asociado con mayor mortalidad y rehospitalización por insuficiencia cardíaca después de TAVI, mientras que tanto el BCRI como el BCRD aumentan el riesgo de implantación de marcapasos permanente a 1 año del procedimiento.