La insuficiencia tricuspídea (IT) severa sintomática representa un desafío clínico creciente, especialmente en pacientes añosos y con múltiples comorbilidades, para quienes la cirugía cardíaca convencional conlleva un riesgo prohibitivo. En este contexto, las intervenciones transcatéter han emergido como una alternativa terapéutica prometedora.
Durante el Congreso euroPCR 2025, se presentaron los resultados a dos años del estudio bRIGHT, uno de los registros más relevantes hasta la fecha que evalúa el uso del dispositivo TriClip en un entorno del mundo real.
El estudio bRIGHT es un registro prospectivo, multicéntrico, diseñado específicamente para capturar datos en condiciones clínicas habituales. Los criterios de inclusión fueron intencionadamente amplios: se consideraron pacientes con IT severa sintomática, refractaria al tratamiento médico óptimo y que no eran candidatos ideales para cirugía. Las únicas exclusiones fueron la presencia de hipertensión pulmonar severa o insuficiencia mitral severa. Este enfoque permitió incluir una población más representativa de la práctica clínica cotidiana, a diferencia de los ensayos aleatorizados que tienden a seleccionar cohortes más homogéneas y menos enfermas.
Más de 500 pacientes fueron incluidos, con evaluaciones programadas a los 30 días, un año y dos años. El seguimiento a dos años incluyó evaluación ecocardiográfica, clasificación funcional según la NYHA y recolección sistemática de eventos adversos.
Desde el inicio, la población del estudio se caracterizó por una edad avanzada y una alta carga de comorbilidades. En particular, el 88% presentaba insuficiencia tricuspídea masiva o torrencial, lo que subraya la severidad de la enfermedad valvular en esta cohorte. Este dato contrasta marcadamente con las poblaciones más seleccionadas de los ensayos clínicos randomizados y pone en valor la relevancia del estudio para la práctica clínica diaria.
Uno de los objetivos primarios del estudio fue evaluar la durabilidad del tratamiento. A los 30 días del procedimiento, se observó una reducción significativa en el grado de regurgitación tricuspídea en comparación con el valor basal. Lo más destacable fue que esta mejoría se mantuvo estable a lo largo de los dos años de seguimiento, lo que demuestra una eficacia sostenida del dispositivo TriClip en la reducción de la IT.
Otro aspecto clave fue la evolución de los síntomas de insuficiencia cardíaca. A los dos años, se evidenció una mejoría significativa en la clase funcional NYHA respecto del valor basal, lo que sugiere un impacto positivo en la calidad de vida y la capacidad funcional de los pacientes.
En cuanto a la seguridad del procedimiento, los datos son alentadores. A pesar de tratarse de una población compleja y frágil, no se registraron nuevas complicaciones relacionadas con el dispositivo entre el primer y el segundo año de seguimiento. En ese periodo, no hubo casos de embolización del dispositivo ni de desprendimiento de valvas, y solo tres pacientes requirieron una nueva intervención sobre la válvula tricúspide. Además, no se reportaron nuevas cirugías tricuspídeas. Estos hallazgos reafirman la seguridad a largo plazo del procedimiento.
Una de las evaluaciones más relevantes del estudio fue el análisis de las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca. Comparando el año previo al procedimiento con los años posteriores al implante, se observó una reducción significativa en las internaciones por esta causa, tanto al primer como al segundo año. Este beneficio se mantuvo incluso cuando se analizó únicamente el subgrupo de pacientes que llegaron al seguimiento completo a dos años. Esto sugiere que el tratamiento transcatéter no solo mejora la anatomía valvular y los síntomas, sino que también puede modificar el curso clínico de la enfermedad.
El estudio también abordó la relación entre el grado de regurgitación tricuspídea residual y la mortalidad. Los pacientes con regurgitación leve, trazas o moderada a los 30 días no mostraron diferencias significativas en mortalidad a los dos años. En cambio, aquellos que presentaban una regurgitación severa persistente a los 30 días sí mostraron una mayor mortalidad en el seguimiento. Este hallazgo pone de relieve la importancia de lograr una reducción efectiva de la IT desde el inicio para mejorar el pronóstico a largo plazo.
¿Qué nos deja este estudio?
En conclusión, el estudio bRIGHT aporta evidencia sólida del mundo real sobre la eficacia y seguridad del tratamiento percutáneo de la insuficiencia tricuspídea con el sistema TriClip.
Los resultados muestran una reducción sostenida del grado de regurgitación, mejoría funcional significativa, baja tasa de complicaciones y reducción en las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca. Además, subraya la importancia pronóstica de alcanzar una IT no severa a corto plazo. Estos hallazgos refuerzan el papel del tratamiento transcatéter como una estrategia válida y eficaz en pacientes con IT severa sintomática que no son candidatos quirúrgicos.