La enfermedad renal crónica (ERC) es prevalente en la población de pacientes que se someten al implante valvular aórtico percutáneo (TAVI).
Los datos sobre la asociación del TAVI con la función renal son escasos, al igual que los datos sobre la relación entre los cambios en la función renal después del procedimiento y la mortalidad.
Los autores realizaron un estudio de cohorte retrospectivo en un centro médico académico público de referencia regional para intervenciones cardiacas valvulares en Israel, con el objetivo de describir los cambios en la función renal post-TAVI y explorar la asociación del procedimiento con la mortalidad a mediano plazo.
Se incluyeron todos los pacientes con estenosis aórtica severa sintomáticos sometidos a TAVI desde el 5 de noviembre de 2008 al 31 de diciembre de 2019, con datos de la función renal al inicio y luego del TAVI.
Se incluyeron 894 pacientes con una edad media de 82,2 años, con 51.2% de mujeres y un STS de 5.2% y una media de TFGe de 65±23.1 ml/min/1.72m2.
El 11% de los pacientes presentaron injuria renal aguda, dentro de los 48 hs del procedimiento, de los cuales el 63.5% resolvieron al alta. Los factores asociados con la resolucion de la injuria renal aguda antes del alta fueron la ausencia de fragilidad (OR 4,77M IC95%: 1.44-15.79, p=0.01) y la edad menor a 80 años (OR 8.20; IC95%: 2.70-14.64, p<0.001).
Un mes después del TAVI, la TFGe mejoró al menos un 10% en el 36.8% de los pacientes y se deterioró al menos un 10% en el 26.1%.
En general el estadio de la ERC se mantuvo estable o mejoró en el 80.6% y solo el 0.97% progresaron a estadio 5 de ERC un mes luego del procedimiento.
Los pacientes que presentaron injuria renal aguda comparados con los que no presentaron esta complicación tuvieron mayor riesgo de mortalidad a 2 años (HR 3,76; IC 95%: 2.35-6.01; p<0.001).
Aquellos con injuria renal aguda dentro de las 48 h que resolvió al alta tambien presentaron mayor riesgo de mortalidad a 2 años comparado con los que no desarrollaron complicaciones renales (HR 2.53; IC95%: 1.48-4.33, p=0.001).
Un deterioro del 10% o más de la TFGe al mes del TAVI se asoció con un mayor riesgo de mortalidad a 2 años (HR 2.16, IC 95%: 1.24-5.24; p=0.04).
Los pacientes que mejoraron la función renal (mejora de la TFGe a > 60 ml7min/1.73 m2 luego del procedimiento, tuvieron una mortalidad a 2 años similar a la de aquellos con una TFGe >60 ml/min/1,73m2.
Los factores asociados a la resolución del estado estable de la ERC tras el TAVR incluían una puntuación STS más baja, una fracción de eyección ventricular izquierda más alta, una TFGe basal más alta, la ausencia de lesión renal aguda al alta y una relación contraste-TFG más baja.
¿Qué podemos recordar?
Más del 80% de los pacientes mantuvo estable la función renal o la mejoraron al mes luego del TAVI.
La mejora de la función renal tuvo una asociación favorable con la mortalidad a los 2 años, mientras que el deterioro de la función renal se asoció con un aumento de la mortalidad, independientemente del estado de la ERC inicial.