La obesidad es un conocido factor de riesgo para la ocurrencia de insuficiencia cardiaca. En este contexto, la ‘grasa epicárdica’ (localizada entre el miocardio y la capa visceral del pericardio) tiene un efecto cardioprotector potencial; sin embargo, diversos estudios han contemplado a la grasa epicárdica y paracardiaca en conjunto (denominandola ‘grasa pericárdica’), y han identificado una asociación de esta con la incidencia de enfermedad coronaria aterosclerótica e infarto agudo de miocardio (IAM). Hasta la fecha, no se ha analizado la asociación entre la grasa pericárdica con la ocurrencia de insuficiencia cardiaca (IC).
El objetivo del presente estudio liderado por Satish Kenchaiah del Departamento de Cardiología del Hospital Mount Sinai (NY, USA), fue analizar la asociación entre el volumen de grasa pericárdica (VGP) con la ocurrencia de un nuevo episodio de IC.
Se analizaron un total de 6785 pacientes pertenecientes al registro MESA, cuantificando el VGP mediante tomografía computada, y se estratificó al total de la cohorte de acuerdo al sexo, y al VGP normal o elevado.
En pacientes libres de antecedentes cardiovasculares, el volumen elevado de grasa pericárdica se asoció a un incremento de la ocurrencia de insuficiencia cardíaca en el seguimiento en ambos sexos y con una asociación lineal positiva, con mayor riesgo en mujeres. Esta asociación fue marcada en la IC con fracción de eyección preservada, moderada en la IC mid range y no evidenciada en la IC con fracción de eyección deprimida.
El promedio de VGP fue de 80±42 cm3. Los pacientes con VGP elevado fueron más añosos, con un mayor índice de masa corporal, circunferencia de cintura y cociente cintura-cadera, menor cantidad de actividad física vigorosa, mayor prevalencia de hipertensión diabetes y dislipemia, y mayor concentración de biomarcadores plasmáticos inflamatorios, en relación a los de VGP normal.
Con una mediana de seguimiento de 15,7 años, el 5.7% del total de los pacientes presentó IC con diagnóstico de novo. Se observó que VGP fue menor en el sexo femenino, en relacion al masculino (69±33 cm3 vs. 92±47 cm3; p <0.001). El punto de mayor discriminacion de VGP para dicotomizar VGP elevado vs. normal fue ≥70 cm3 en mujeres, y ≥120 cm3 en hombres.
Mediante el análisis multivariado, se observó que cada 1 desvío estándar (42 cm3) de incremento en el VGP se asoció a mayor riesgo de ocurrencia de IC en mujeres (HR 1.44 [IC 95% 1.21-1.71]; p<0.001), en relación a los hombres (HR 1.13 [IC 95% 1.01-1.27]; p=0.03, p de interacción=0.01). A su vez, presentar un VGP elevado se asoció a un incremento del doble de riesgo de presentar IC en mujeres (HR 2.06 [IC 95%1.48-2.87]; p<0.001), y más de un 50% de incremento de riesgo en hombres (HR 1.53 [IC 95% 1.13-2.07]; p=0.006).
Luego del ajuste preespecificado por sexo, el mayor riesgo de ocurrencia de IC permanecio constante luego del ajuste por parametros antropometricos indicadores de obesidad (p<0.008), grasa abdominal subcutanea o visceral (p<0.03), o marcadores plasmaticos de inflamacion o estres hemodinamico (p<0.001).
Por otra lado, el VGP elevado se asoció a una mayor ocurrencia de IC en el subgrupo de pacientes con IC con fracción de eyección preservada, intermedia (mid-range) o desconocida, en relación a los pacientes con VGP normal, sin diferencias estadísticamente significativas en aquellos pacientes con IC con fracción de eyección deprimida.
Permite estratificar a los pacientes a fin de instaurar un tratamiento precoz
Determinación de fácil implementación
Asociación constante a pesar de los factores de riesgo concomitantes
No hay una asociación significativa en pacientes con FEVI deprimida
Sería interesante un mayor periodo de seguimiento
No analizaron por separado la grasa paracardíaca de la epicardica.
Reaccione a este Artículo
Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.