Existen pocos datos acerca de los resultados del implante valvular aórtico percutáneo (TAVI) en pacientes con enfermedad renal en estadio terminal (ERET), dado que la mayoría de los ensayos clínicos aleatorizados excluyeron este tipo de pacientes.
Es por ello que Ogami y cols utilizando datos de la base nacional de pacientes con ERET buscaron describir las características demográficas y los cambios en la sobrevida a largo plazo de los pacientes con ERET sometidos a TAVI. El punto final primario fue la mortalidad total a 5 años.
Se identificaron un total de 3883 pacientes en diálisis sometidos a TAVI entre enero de 2011 y diciembre de 2016.
La mediana de edad de la población era de 75 años, con un 62% de hombres. La causa más común de ERET era la diabetes mellitus (39%) seguida de la hipertensión (31%) y glomerulonefritis (12%). La mediana de duración de la diálisis previo a la TAVI era de 4 años.
La mortalidad fue 5.8%, 44.7% y 88.8% a 30 días, 1 año y 5 años respectivamente.
Se observó una caída significativa en la mortalidad a 30 días (11.1% a 2.5%, p=0.01) y al año (40.4% a 31.3%, p=0.002) entre los años 2012 y 2016 respectivamente.
La edad de 75 años o más (HR 1.14; IC 95%: 1.05-1.23, p=0.002), el índice de masa corporal <25 (1.18; IC 95%: 1.08-1.28, p<0.001), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (HR 1.22; IC 95%: 1.11-1.35, p<0.001), hipertensión como causa de ERET (HR 1.17; IC 95%: 1.06-1.29, p=0.004) y la raza blanca (HR 1.17; IC 95%: 1.06-1.3; p=0.002) fueron identificados como factores asociados de manera independiente con la mortalidad a 5 años.
¿Qué podemos recordar?
Los eventos a mediano y largo plazo en pacientes con enfermedad renal en estadio terminal post-TAVI han mejorado significativamente a lo largo del tiempo y el TAVI puede ofrecerse como tratamiento a estos pacientes complejos con un riesgo aceptable.
Los autores destacan que es probable que la mejora de los resultados pueda deberse a la mejora de los dispositivos, al aumento de la experiencia en los procedimientos y a la ampliación de las indicaciones a pacientes de menor riesgo.
A pesar de esta mejora, la mortalidad a largo plazo de los pacientes en diálisis sigue siendo excesivamente elevada, probablemente debido a la naturaleza comórbida de la ERET , lo que pone de manifiesto la necesidad de una cuidadosa selección de los pacientes y de considerar la mejora de la calidad de vida en los pacientes en diálisis.