Su-Min Jeong y cols publicaron en European Heart Journal un estudio poblacional realizado para evaluar la asociación entre la cesación tabáquica y la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).
Incluyeron 897.975 fumadores actuales de 40 años o más que se habían sometido a dos exámenes de salud nacionales consecutivos durante los años 2009 y 2011.
Los participantes fueron clasificados de acuerdo con el consumo de tabaco:
- extabaquistas, 20.6%;
- los que redujeron 50% o más el consumo de tabaco (reductor I, 7.3%)
- los que redujeron 20-50% el consumo de tabaco (reductor II, 11.6%)
- los que continuaron fumando, 45.7% y
- los que aumentaron el consumo de tabaco (≥ 20%, 14.5%)
Durante 5.575.556 años-persona de seguimiento, se identificaron 17.748 accidentes cerebrovasculares (ACV) y 11271 infartos de miocardio (IAM).
Los participantes que dejaron de fumar tuvieron un riesgo significativamente menor de ACV (HRaj 0.77; IC 95%: 0.74-0.81; reducción riesgo absoluto -0.37) y de IAM (HR aj 0.74; IC 95%: 0.70-0.78; reducción riesgo absoluto -0.27) comparado con aquellos que continuaron fumando luego de ajustar por las características demográficas, comorbilidades.
El riesgo de ACV e IAM en el grupo reductor I (HR aj 1.02; IC 0.97-1.08 y HR aj 0.99; IC 95%: 0.92-1.06, respectivamente) y reductor II (HR aj 1, IC95%: 0.95-1.05 y HR aj 0.97; OC 95%: 0.92-1.04, respectivamente), fue similar al de los continuaron fumando.
Un análisis adicional con un subgrupo de participantes que se sometió a un tercer exámen de salud en 2013 mostró que los que dejaron de fumar en el segundo exámen, pero que habían reiniciado el hábito tabáquico para el momento del tercer examen presentaron un riesgo de ECV entre un 42 y 69% mayor que los que dejaron de fumar de manera sostenida.
¿Qué podemos recordar?
Dejar de fumar, pero no reducir la cantidad, se asoció con una reducción del riesgo de ECV.
Este estudio resalta la importancia de dejar de fumar de forma sostenida en cuanto a la reduccion del riesgo CV.