Riesgo Metabólico como Responsable Principal de la Enfermedad Arterial Coronaria

Las afecciones metabólicas se han transformado en un factor de riesgo predominante para el desarrollo de diversas comorbilidades. La enfermedad arterial coronaria (EAC) mantiene impuesta la mayor parte de la carga de las enfermedades cardiovasculares a nivel mundial. Sin embargo, al paso de los años, las contribuciones de los factores metabólicos de riesgo para EAC no han sido completamente definidas.

En la reciente publicación del estudio de la Carga Global de Enfermedades (GBD por sus siglas en inglés) se analizó la correspondiente a la EAC y de 15 factores de riesgo generales desde 1990 hasta 2019, aplicando la metodología del estudio GBD, cuyos resultados mostraron que la mortalidad mundial debida a EAC se incrementó escalonadamente durante el tiempo de la observación, mientras que la tasa de mortalidad total disminuía gradualmente. Sorprendentemente, los factores de riesgo metabólicos se transformaron en las principales causas de EAC con una notoria desviación en la mayoría de las muertes relacionadas a EAC de los países desarrollados a los países en vía de desarrollo.

Los resultados más relevantes de esta investigación se resumen en:

El número de muertes y la tasa de mortalidad estandarizada por edad (ASDR por sus iniciales en inglés) por EAC fue evaluada en 204 países entre 1990 y 2019; dicha tasa global se incrementó de manera escalonada entre ambas fechas, aunque la tasa de mortalidad total descendió.
Los factores de riesgo metabólicos (cifras altas de presión arterial sistólica, de C-LDL, de glucemia plasmática en ayunas [GPA] junto al tabaquismo y mayor índice de masa corporal) fueron los contribuyentes más importantes a la mortalidad relacionada a EAC y el control deficiente del riesgo metabólico en las regiones en desarrollo se tradujo en un aumento en el número de muertes relacionadas a la EAC en las regiones con bajo índice sociodemográfico (ISD).
De forma global, estos factores de riesgo metabólicos fueron responsables del 55% de la mortalidad relacionada a la EAC.
La mortalidad prematura (entre los 30 a 70 años) debido a la EAC es más seria en las regiones en vías de desarrollo que en las regiones desarrolladas con una velocidad de incremento aún mayor, especialmente en las regiones con ISD bajo. Sin embargo, la mortalidad por EAC fue mayor en las regiones con ISD medio en comparación con las demás regiones.
La comparación entre las regiones mostró que, con relación a las regiones desarrolladas, las muertes relacionadas a la EAC en las regiones en desarrollo no solo aumentaron más rápidamente, sino que también afectaron a las poblaciones “más jóvenes”.
La EAC se mantiene como el mayor problema de salud pública a nivel mundial, aunque la mayoría de la mortalidad por esta causa se ha desviado de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo resaltando la importancia del control global de los factores de riesgo.
En todas las regiones, independiente del ISD, la presión arterial sistólica (PAS) y el C-LDL elevados fueron los dos primeros factores contribuyentes a ASDR. Ambos se redujeron entre 1990 y 2019 en las regiones con ISD medio-alta y alta; en contraste, permanecieron elevados en las regiones con ISD bajo, bajo-medio y medio. En cuanto a la GPA hubo una tendencia al descenso, aunque más lento que la PAS y C-LDL en las regiones media-alta y alta; mientras que en las regiones con ISD bajo a medio, la GPA mostró un ascenso consistente en el tiempo al igual que el índice de masa corporal (IMC).
En cuanto al tabaquismo, ocurrió una declinación sustancial en la mortalidad relacionada, aunque persistió como un factor mayor de riesgo. En los últimos 30 años, la ASDR atribuida al tabaquismo declinó significativamente en las regiones con ISD alto-medio y alto, mientras que el cambio fue más modesto en las regiones con ISD bajo.

En fin, globalmente, la población en la edad media experimenta el mayor incremento en el número de muertes relacionadas a la EAC atribuible a los factores metabólicos de riesgo, sugiriendo que esta población de mediana edad resultó la más afectada por las enfermedades cardiometabólicas en las décadas pasadas. Tal fenómeno es más prevalente en las regiones con ISD bajo, bajo-medio y medio por lo que se requiere de estrategias sobre el estilo de vida en un amplio rango de la población y estrategias de prevención primaria en cuanto a las enfermedades cardiometabólicas, las cuales pueden ser efectivas en el tiempo y por costo.

Conclusiones

Los hallazgos sugieren la implementación urgente de medidas efectivas para el control de los factores de riesgo metabólicos con la finalidad de prevenir incrementos adicionales en las muertes debidas a EAC.
Los factores metabólicos de riesgo son las causas principales de la EAC a nivel global.
La carga de la EAC se ha desviado de las regiones con un elevado índice sociodemográfico hacia aquellas con índice más bajo.
El riesgo metabólico no controlado conlleva a que no se modifiquen las muertes relacionadas a la EAC en las regiones con ISD bajo.
El riesgo metabólico bien controlado resultó en una disminución en las muertes por EAC en las regiones con ISD alto.

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Estudio SAFE-TAVI

Los hallazgos informados en la comentada publicación del GBD sustentan el concepto de enfermedad cardiometabólica, donde los factores de riesgo conocidos pueden conducir hacia una u otra entidad (cardíaca o metabólica) donde el desenlace en la mayoría de los casos será debido a la aterosclerosis o enfermedad cardiovascular aterosclerótica en su debido contexto. De allí que la aplicación práctica del continuo cardiometabólico² permitirá una estrategia preventiva más precoz y convincente, tanto para el médico no especialista como para los pacientes.

Referencias: