Durante la actual pandemia por COVID-19, diversos estudios han demostrado que 1 de cada 4 pacientes hospitalizados a causa del COVID-19 presentan cierto grado de injuria miocárdica, lo cual se encuentra vinculado a un incremento de 5-10 veces de riesgo de mortalidad. En este contexto y considerando que la mayoría de los individuos con COVID-19 sobreviven a la enfermedad aguda y no requieren hospitalización, en la actualidad no se conoce en su totalidad el daño cardiovascular por COVID-19, por lo que los reportes presentes en la literatura se encuentran subrepresentados.
Estudios que analizaron el daño cardiovascular secundario a COVID-19 a través de una resonancia magnética cardiaca (RMC) reportaron anormalidades tisulares en un 7-73% de los pacientes afectados. Sin embargo, se desconocen los cambios persistentes a nivel miocárdico de pacientes sobrevivientes y recuperados luego de la enfermedad aguda por COVID-19. Así, la utilización de la tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa 18 (PET-FDG18) en conjunto con la RMC permite una mejor caracterización de la inflamación miocárdica presente en este subgrupo de pacientes.
El objetivo del presente estudio realizado por Kate Hanneman y colaboradores de la Universidad de Toronto (Canadá) fue analizar los cambios metabólicos precoces luego de la recuperación de la enfermedad aguda por COVID-19 mediante la utilización de PET-FDG18 asociada a RMC y la detección de biomarcadores inflamatorios plasmáticos.
Fue un estudio unicéntrico de cohorte prospectivo, que incluyo para el análisis pacientes dentro de los 3 meses de su recuperación de la enfermedad aguda por COVID-19, los cuales fueron sometidos de forma voluntaria a un PET-FDG18 asociado a RMC, y a la determinación de biomarcadores plasmáticos, durante el periodo comprendido entre noviembre de 2020 a junio de 2021. Se determinaron las características demográficas, biomarcadores inflamatorios y se realizó un PET-FDG18 con RMC, sometiendo al subgrupo de pacientes con captación focal de FDG 18 basal a un nuevo estudio a los 2 meses desde el primer estudio.
En pacientes con recuperación reciente de la enfermedad aguda por COVID-19 se observó una escasa prevalencia de inflamación miocárdica identificada mediante PET-FDG 18, lo que se asoció a un incremento de hallazgos anormales por resonancia magnética cardiaca y de la concentración de biomarcadores inflamatorios plasmáticos.
Se incluyeron un total de 47 pacientes. La edad promedio de la poblacion muestral fue de 43 años, con un 51% de sexo femenino. La mediana de tiempo desde el diagnóstico de COVID-19 hasta la realización de la PET-FDG18 con RMC fue de 67 días. Del total de pacientes incluidos, la mayoría presentó una recuperación domiciliaria de su enfermedad aguda por COVID-19 (85%). A su vez, el 17% de los pacientes presentaron una captación aguda de FDG18 durante el procedimiento diagnóstico índice, hallazgo consistente con inflamación miocárdica.
En relación al subgrupo de pacientes sin captación de FDG18 en el PET, aquellos que presentaron captación basal de FDG18 presentaron un mayor volumen regional de T1, T2 y volumen extracelular valorado por RMC (en la misma localización de la captación del FDG18), y una mayor prevalencia de realce tardío con gadolinio (75% vs. 23%; p=0.009), menor fracción de eyección ventricular izquierda (55% vs. 62%; p<0.001), un peor strain global longitudinal y circunferencial (-16% vs. -17%; p=0.02 y -18% vs. -20%; p=0.047, respectivamente), y mayores concentraciones de biomarcadores plasmáticos inflamatorios (proteína C reactiva [PCR], interleucina 6 y 8, respectivamente).
Dentro del subgrupo de pacientes con captación basal de FDG18, se observó la mejora o recuperación completa de estos parámetros con un promedio de tiempo de 57±17 días desde la PET/RMC basal.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.