El objetivo de este estudio prospectivo fue examinar la asociación entre la adherencia a una dieta a base de plantas y la mortalidad. En este contexto, varios estudios previos han reportado los beneficios de consumir dietas a base de plantas para prevenir enfermedades cardiometabólicas, como la enfermedad coronaria y la diabetes tipo 2, así como obesidad y sus biomarcadores plasmáticos.
En este estudio se incluyeron participantes del Million Veteran Program. Un total de 315.919 hombres y mujeres de 19 a 104 años de edad (edad media 65,5 años), los que completaron un cuestionario de frecuencia de comidas al comienzo del estudio.
Los investigadores calcularon un índice para dietas (PDI), asignando scores positivos a alimentos vegetales y scores negativos a alimentos animales. Para los alimentos vegetales, los investigadores también crearon un índice (PDI) saludable (hPDI) y otro menos saludable (uPDI). La información sobre la dieta de cada participante se obtuvo mediante el cuestionario SFFQ (Semiquantitative Food Frequency Questionnaire), el cual se encuentra extensamente validado en estudios previos. Se obtuvo información sobre 61 ítems, y su frecuencia de consumo durante el año previo al estudio.
Durante un promedio de cuatro años de seguimiento se documentaron 31.136 muertes, de las cuales 9751 fueron por enfermedades cardiovasculares, 9510 fueron por cáncer y 11.875 fueron por otras causas. Así, un mayor PDI se asoció significativamente con menor mortalidad total [hazard ratio (HR) comparando deciles extremos = 0.75 [IC95% 0.71-0.79]; Ptrend <0.001].
Una dieta saludable a base de plantas se asoció con una reducción estadísticamente significativa de la mortalidad en el seguimiento.
A su vez, se observó una asociación inversa entre hPDI (dieta saludable) y mortalidad total, mientras que el uPDI (dieta no saludable) se asoció positivamente con mayor mortalidad en el seguimiento. Similares asociaciones significativas de PDI, hPDI y uPDI se observaron también para mortalidad cardiovascular y la mortalidad secundaria a cáncer. Las asociaciones de los índices con mortalidad fueron calculadas mediante un análisis estadístico multivariado para ajustar por potenciales variables confundidoras y factores de riesgo concomitantes.
Este estudio sería el primero en reportar un efecto protector entre una dieta a base de plantas y mortalidad en pacientes con enfermedad cardiovascular. Varios factores podrían explicar los hallazgos obtenidos. Las dietas saludables a base de plantas generalmente son ricas en fibra, polifenoles, ácidos grasos no saturados y micronutrientes como magnesio; y son bajas tanto en grasas saturadas como en el cociente sodio/potasio y en el índice glicémico. Por lo tanto, seguir una dieta saludable a base de plantas podría reducir el riesgo cardiovascular mejorando el control glicémico, modulando el perfil lipídico, y reduciendo la inflamación.
Los investigadores concluyeron que, en esta cohorte de veteranos, la mayor adherencia a una dieta a base de plantas se asoció con una sustancial reducción en la mortalidad. Dicha reducción fue mayor para la dieta a base de plantas categorizada como saludable.
Estos hallazgos justifican la recomendación de dietas ricas en plantas a expensas de los productos animales para prevenir las principales enfermedades crónicas.
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