En la actualidad, y luego del desarrollo de vacunas contra COVID-19 que han demostrado un beneficio en términos de ocurrencia de eventos clínicos, aún no se encuentra disponible un tratamiento farmacológico óptimo para el ámbito extrahospitalario, a fin de evitar la progresión de la severidad de la enfermedad por COVID-19, lo cual puede fundamentarse por los eventos adversos vinculados a los tratamientos disponibles y la interacción entre diversos fármacos.
Considerando lo antedicho y basándose en los mecanismos fisiopatológicos observados en la enfermedad por COVID-19, la metformina, ivermectina y fluvoxamina son los farmacos postulados para complir con esta necesidad irresuelta, considerando que el mecanismo de translocación proteica podría ser un objetivo de terapias antivirales.
Así, se ha demostrado en diversos estudios que la metformina presenta actividad antiviral in vitro contra el COVID-19 y otros virus ARN, como también propiedades antiinflamatorias y una reducción del daño pulmonar mediado por lipopolisacáridos.
La ivermectina por su parte ha demostrado in vitro un efecto contra el COVID-19 50-100 veces superior al observado en humanos. En este contexto, en un estudio aleatorizado de pequeña escala, la ivermectina no ha demostrado un impacto beneficioso en términos de reducción de síntomas, por lo que se necesitan estudios de mayor escala para analizar su efecto real.
La fluvoxamina presenta propiedades antiinflamatorias mediadas por el receptor sigma-1, lo cual podría tener implicaciones clínicas al interrumpir el proceso de ensamble viral intracelular. Así, dos estudios aleatorizados han demostrado que el tratamiento con fluvoxamina redujo las hospitalizaciones y consultas por cuadros agudos secundarios a COVID-19. A pesar de lo demostrado en estudios de menor escala, hasta la fecha no se ha analizado el impacto de estos 3 fármacos en el contexto clínico extrahospitalario y su potencial beneficio clínico.
El objetivo del presente estudio realizado por Bramante y colaboradores de la Universidad de Minnesota (USA) fue analizar el beneficio de la metformina, ivermectina y fluvoxamina en términos de reducción de severidad de la enfermedad por COVID-19 en el ámbito extrahospitalario.
Se realizó con este propósito el estudio COVID-OUT, un estudio de fase 3 aleatorizado doble ciego controlado por placebo, que analizó mediante un diseño metodológico factorial de 2×3 la eficacia de la metformina, ivermectina y fluvoxamina en prevenir la enfermedad severa por COVID-19 en pacientes en pacientes pertenecientes al ámbito extrahospitalario, los cuales fueron incluidos dentro de los 3 días del diagnóstico de la enfermedad y a menos de 7 días desde el inicio de los síntomas.
En pacientes con COVID-19 pertenecientes al ámbito extrahospitalario, la administración de metformina, ivermectina y fluvoxamina no redujo la severidad de la enfermedad.
Así, se incluyeron pacientes en un rango etario de 30-85 años, donde todos ellos eran portadores de sobrepeso u obesidad. Se analizó como objetivo primario a la ocurrencia de hipoxemia (definida como una saturación de O2 domiciliaria determinada por oximetro de pulso de ≤93%), consulta al servicio de emergencias médicas (SEM), hospitalización o muerte. Como objetivo secundario se analizó la modificación en la carga de síntomas y la discontinuación de los fármacos.
Se incluyó para el análisis un total de 1323 pacientes. La edad mediana de la poblacion muestral fue de 46 años, con un 56% de sexo femenino y con un 52% de pacientes con esquema de vacunacion completa frente a COVID-19. La mediana de índice de masa corporal fue de 30 kg/m2, con un promedio de días desde el inicio de los síntomas hasta la inclusión al estudio de 4.8±1.9 días.
En términos del objetivo combinado primario, no se observó una reducción estadísticamente significativa mediante el tratamiento con metformina (OR 0.84 [IC95% 0.66-1.09]; p=0.19), ivermectina (OR 1.05 [IC95% 0.76-1.45]; P=0.78), o fluvoxamina (OR 0.94 [IC95% 0.66-1.36]; p=0.75), respectivamente.
A su vez, mediante el análisis preespecificado del objetivo secundario, no se observaron diferencias estadísticamente significativas con ninguno de los fármacos analizados, en relación al placebo. Los hallazgos observados tanto con el objetivo combinado primario como secundario fueron consistentes en todos los subgrupos analizados (antecedentes de vacunación, embarazo y el periodo de la variante). Se observó además que ninguno de los fármacos analizados logró una reducción significativa de la carga sintomática asociada al COVID-19. Sin embargo, su administración fue segura ya que no fueron reportados eventos clínicos adversos significativos.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.