El objetivo del estudio fue evaluar, en individuos sanos, la asociación entre dietas a base de plantas y metabolitos endógenos, e identificar aquellos metabolitos que pudieran actuar como mediadores entre la ingesta de alimentos y los factores de riesgo modificables.
El estudio A-DIET Confirm (ADC) fue un estudio observacional que examinó la ingesta alimentaria habitual de individuos independientes durante 4 meses. Incluyó a hombres y mujeres saludables de entre 18 y 60 años con un índice de masa corporal (IMC) entre 18.5 y 30 kg/m².
Se incluyeron en el análisis 170 sujetos, de los cuales el 69% eran mujeres. La edad promedio fue de 35 ± 13 años, y el IMC promedio fue de 24 ± 3.1 kg/m², siendo que el 35% de los participantes presentaba sobrepeso.
La adherencia a la dieta se evaluó mediante índices de dietas a base de plantas (PDIs). En cada visita, se documentó la ingesta habitual de 24 horas y se estimó el consumo de gramos, nutrientes y energía. Se calcularon los puntajes de PDI total, saludable y no saludable.
Los alimentos se categorizaron en 18 grupos: siete grupos de plantas saludables (cereales integrales, frutas, vegetales, frutos secos, legumbres, aceites vegetales, té y café), cinco grupos de plantas poco saludables (jugos de fruta, cereales refinados, papas, bebidas azucaradas, golosinas y postres), y seis grupos de productos de origen animal (grasa animal, lácteos, huevos, pescados y mariscos, carnes y otros productos animales).
El PDI total tuvo un rango de 33 a 76, el PDI saludable de 34 a 86 y el PDI no saludable de 33 a 71.
El PDI saludable fue mayor en mujeres que en hombres (58.8 ± 8.8 vs. 54.9 ± 9.3, p = 0.014), y el PDI no saludable fue mayor entre los participantes más jóvenes (β = −14.51, p = 1.21 × 10–4).
Los individuos con un mayor PDI saludable presentaron menor IMC y niveles más bajos de glucemia en ayunas, reportaron menor ingesta de grasas saturadas y mayor ingesta de ácidos grasos poliinsaturados y fibra, además de niveles más altos de HDL.
En cambio, los individuos con un mayor PDI no saludable reportaron mayor ingesta de carbohidratos y menor ingesta de grasas totales, ácidos grasos mono- y poliinsaturados y fibra, y presentaron mayor IMC, niveles elevados de triglicéridos y glucemia en ayunas, y niveles más bajos de HDL.
El PDI no saludable también se asoció con mayores niveles de varios aminoácidos y aminas biogénicas relacionados con enfermedades cardiometabólicas, mientras que el PDI saludable mostró la tendencia opuesta.
Además, el PDI saludable se asoció con mayores niveles de glicerofosfocolina de ácidos grasos de cadena muy larga. El glutamato, la isoleucina, la prolina, la tirosina, el α-aminoadipato y la quinurenina mostraron un efecto mediador estadísticamente significativo en las asociaciones entre los puntajes de PDI y los niveles de C-LDL, CHDL y glucemia en ayunas.
El PDI saludable se asoció con niveles significativamente más bajos de isoleucina, leucina, prolina, tirosina, valina, α-aminoadipato, cuatro esfingomielinas y 11 glicerofosfocolinas, y con mayores niveles de serotonina, dos acil-carnitinas y 10 glicerofosfocolinas.
El PDI no saludable se asoció con niveles significativamente más altos de varios aminoácidos y aminas biogénicas (alanina, glutamina, glutamato, glicina, histidina, isoleucina, metionina, prolina, tirosina, dimetilarginina asimétrica o ADMA, y quinurenina), todos relacionados con enfermedades cardiometabólicas, y con niveles más bajos de tres esfingomielinas y 23 glicerofosfocolinas. Estas asociaciones fueron opuestas a las observadas para el PDI saludable.
En cuanto al riesgo de diabetes tipo II, los participantes con mayor PDI saludable presentaron niveles más altos de metabolitos asociados con un menor riesgo de diabetes (varias fosfatidilcolinas) y niveles más bajos de metabolitos asociados con un mayor riesgo de diabetes tipo II (isoleucina, leucina, valina, tirosina, α-aminoadipato, PC O-30:0, PC O-38:3).
Lo contrario se observó para el PDI no saludable: los participantes que consumían más alimentos poco saludables presentaban menores niveles de metabolitos indicadores de bajo riesgo de diabetes y mayores niveles de metabolitos asociados con un riesgo elevado de diabetes (alanina, glutamato, metionina, tirosina y fosfatidilcolina 38:3).
Los investigadores concluyeron que la adherencia a una dieta saludable rica en alimentos vegetales se asocia con un mejor perfil metabólico, menor IMC, menores niveles de glucemia en ayunas y mayores niveles de colesterol HDL.
En cambio, la ingesta elevada de alimentos vegetales no saludables se asocia con un mayor IMC, niveles elevados de glucemia en ayunas, mayores niveles de triglicéridos y niveles más bajos de colesterol HDL.
Estos hallazgos refuerzan la evidencia sobre el rol de las dietas a base de plantas en el metabolismo y contribuyen a esclarecer el posible mecanismo subyacente a sus efectos saludables.
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Médica Cardióloga, Escritora Médica y Editora Científica. Charleston, South Carolina, USA