El trombo ventricular izquierdo (TVI) es una complicación común después de un infarto agudo de miocardio (IAM), especialmente en pacientes con fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) reducida. La presencia de trombos en el ventrículo izquierdo aumenta el riesgo de eventos embólicos, como accidentes cerebrovasculares isquémicos, lo que generalmente requiere tratamiento anticoagulante.
La warfarina ha sido el tratamiento estándar de anticoagulación en estos pacientes. Sin embargo, el rivaroxabán, un inhibidor directo del factor Xa, ha emergido como una alternativa prometedora, ofreciendo ventajas como una dosificación predecible y la eliminación del monitoreo rutinario de la coagulación.
Durante el Congreso ACC 2025 se presentaron los resultados del estudio RIVAWAR, el cual comparó la eficacia y seguridad de rivaroxabán frente a warfarina en la resolución del TVI post-IAM.
Este ensayo abierto, realizado en un solo centro en Pakistán, aleatorizó a 261 pacientes con TVI agudo post-IAM. La edad promedio de los participantes fue de 54.5 años, con un 79.3% de hombres. La mayoría de los pacientes (90.4%) presentaban infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST), mientras que el resto tenía infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (IAMSEST). Además, el 85.1% había sido sometido a una intervención coronaria percutánea (ICP) y el 93.9% tenía una FEVI ≤35%. Los pacientes recibieron inicialmente terapia antiplaquetaria dual durante un mes, seguida de monoterapia antiplaquetaria durante las ocho semanas restantes en combinación con rivaroxabán (171 pacientes) o warfarina (90 pacientes).
El objetivo primario del estudio fue la resolución del TVI a los 1 y 3 meses, con un enfoque secundario en resultados clínicos como mortalidad por todas las causas, accidente cerebrovascular isquémico y eventos de sangrado mayor.
A un mes, el grupo tratado con rivaroxabán mostró una tasa significativamente más alta de resolución del trombo ventricular izquierdo en comparación con el grupo tratado con warfarina (20.1% frente a 8.3%; diferencia de riesgo [RD], 11.8%; OR 2.41; p=0.017). Sin embargo, a los tres meses, las tasas de resolución fueron prácticamente idénticas entre los dos grupos, con una resolución del trombo en el 95.8% de los pacientes tratados con rivaroxabán y el 96.6% de los tratados con warfarina (RD, –0.8%; OR, 0.98; p=0.88).
Este hallazgo sugiere que, aunque rivaroxabán puede ofrecer un beneficio temprano, ambos tratamientos fueron igualmente efectivos a largo plazo.
Los puntos finales secundarios, como la mortalidad por todas las causas (3.5% para rivaroxabán frente a 3.3% para warfarina), el accidente cerebrovascular isquémico (3.5% frente a 1.1%) y el sangrado mayor (2.3% frente a 1.1%), fueron similares entre los dos grupos, lo que indica que no hubo diferencias significativas en los perfiles de seguridad.
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