La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardíaca más frecuente, y su prevalencia continúa en aumento a nivel mundial. Se estima que hasta una de cada tres personas desarrollará FA a lo largo de su vida y que actualmente más de 10,5 millones de personas en Estados Unidos viven con este diagnóstico. Dada su alta carga clínica y su relación con complicaciones graves —como insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y deterioro de la calidad de vida—, existe un creciente interés en identificar factores de riesgo modificables que permitan reducir su incidencia y recurrencia.
Entre estos factores, el consumo de café ha cobrado particular relevancia. El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y contiene múltiples compuestos bioactivos, siendo la cafeína el más conocido. En Estados Unidos, representa la principal fuente de cafeína en la población. Sin embargo, su efecto sobre la FA ha sido motivo de controversia durante décadas.
Tradicionalmente, el café con cafeína ha sido considerado proarrítmico, y muchos pacientes lo identifican como un desencadenante de episodios de FA. Por ello, los médicos han recomendado históricamente restringir o evitar su consumo para reducir la frecuencia de las arritmias. No obstante, esta creencia ha comenzado a ser cuestionada a partir de nuevos hallazgos científicos.
El ensayo clínico aleatorizado Coffee and Real-time Atrial and Ventricular Ectopy (CRAVE) demostró que el consumo de café con cafeína no incrementó la frecuencia de contracciones auriculares prematuras, un mecanismo que puede favorecer la aparición de FA. Asimismo, estudios observacionales recientes han reportado ausencia de aumento del riesgo o incluso una reducción en la incidencia de FA entre los consumidores habituales de café.
Sin embargo, los estudios observacionales pueden estar afectados por sesgos y factores de confusión, lo que limita su capacidad para establecer una relación causal. En este contexto, se diseñó el ensayo clínico aleatorizado DECAF (Caffeinated Coffee Consumption or Abstinence to Reduce Atrial Fibrillation), con el objetivo de evaluar de manera directa y controlada el efecto del consumo de café con cafeína frente a la abstinencia total de café y otras fuentes de cafeína en pacientes con fibrilación auricular.
El DECAF fue un ensayo clínico prospectivo, abierto y aleatorizado que incluyó 200 adultos consumidores actuales o recientes (en los últimos 5 años) de café, con FA persistente o flutter auricular con antecedente de FA, programados para cardioversión eléctrica. El estudio se desarrolló en cinco hospitales de Estados Unidos, Canadá y Australia entre noviembre de 2021 y diciembre de 2024, con seguimiento hasta el 5 de junio de 2025.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente (1:1) a:
- Consumo regular de café con cafeína, con la recomendación de beber al menos una taza diaria.
- Abstinencia total de café y cafeína, evitando incluso el café descafeinado y otros productos con cafeína.
El criterio de valoración principal fue la recurrencia clínicamente detectada de FA o flutter auricular durante seis meses de seguimiento.
Se incluyeron 200 pacientes con una edad media de 69 ± 11 años, de los cuales 71% eran hombres. El consumo basal de café fue de 7 tazas por semana (RIC, 7–18) en ambos grupos. Durante el seguimiento, el consumo promedio fue de 7 tazas/semana (RIC, 6–11) en el grupo de café y de 0 tazas/semana (RIC, 0–2) en el grupo de abstinencia, con una diferencia de 7 tazas por semana entre los grupos (IC 95%: 7–7).
A los seis meses, la recurrencia de FA o flutter auricular fue menor en el grupo que consumió café (47%) en comparación con el grupo de abstinencia (64%), lo que se tradujo en una reducción del 39% en el riesgo de recurrencia(HR 0,61; IC 95%: 0,42–0,89; p = 0,01). Un beneficio similar se observó al analizar únicamente la recurrencia de FA. No se registraron diferencias significativas en la incidencia de eventos adversos entre ambos grupos.
¿Qué nos deja este estudio?
En pacientes con fibrilación auricular sometidos a cardioversión eléctrica exitosa, el consumo regular de una taza diaria de café con cafeína se asoció con menor recurrencia de FA o flutter auricular en comparación con la abstinencia total de café y productos con cafeína. Estos hallazgos desafían la noción tradicional del café como agente proarrítmico y abren la puerta a reconsiderar las recomendaciones clínicas sobre su consumo en este grupo de pacientes.
Los resultados fueron publicados simultáneamente en JAMA.
