En los últimos años, el uso recreativo y medicinal del cannabis ha aumentado de manera significativa en diversas regiones del mundo. Este crecimiento ha ido acompañado de una creciente preocupación sobre sus posibles efectos adversos en la salud cardiovascular. Aunque muchos usuarios consideran al cannabis como una sustancia “natural” y, por lo tanto, inocua, evidencia reciente sugiere que podría estar relacionado con eventos cardiovasculares graves, incluso en personas jóvenes y sin factores de riesgo tradicionales.
En este contexto, Wilhelm Storck y cols. llevaron a cabo una revisión sistemática y metanálisis con el objetivo de evaluar la asociación entre el consumo de cannabis o cannabinoides y la aparición de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE), incluyendo muerte cardiovascular, síndrome coronario agudo (SCA), infarto agudo de miocardio (IAM) y accidente cerebrovascular (ACV) no fatal.
El análisis se basa exclusivamente en datos del “mundo real”, provenientes de estudios observacionales contemporáneos publicados entre 2016 y 2023.
Se incluyeron estudios farmacoepidemiológicos originales que reportaran estimaciones de riesgo sobre eventos cardiovasculares vinculados al uso de cannabis o cannabinoides. La búsqueda sistemática se realizó en PubMed, Web of Science y Scopus (última actualización: 20 de septiembre de 2023), seleccionando publicaciones entre el 1 de enero de 2016 y el 31 de enero de 2023. La calidad metodológica de los estudios fue evaluada mediante la herramienta ROBINS-E, diseñada para identificar riesgo de sesgo en estudios no aleatorizados de exposiciones.
Para el metanálisis, se utilizaron estimaciones ajustadas combinadas mediante un modelo de efectos aleatorios de DerSimonian y Laird, con ponderación por varianza inversa, estratificado según el tipo de evento cardiovascular analizado.
La revisión incluyó 24 estudios identificados a partir de 3012 registros iniciales: 17 estudios transversales, 6 estudios de cohortes y 1 estudio de casos y controles. En todos los casos, la exposición evaluada fue el consumo de cannabis, con solo un estudio centrado exclusivamente en cannabis medicinal.
El metaanálisis mostró asociaciones significativas entre el consumo de cannabis y múltiples eventos cardiovasculares mayores:
Síndrome Coronario Agudo (SCA)
El consumo de cannabis se asoció con un 29% de incremento en el riesgo de SCA, con un estimador ajustado de:
RR 1.29 (IC 95% 1.05–1.59).
Accidente Cerebrovascular (ACV) no fatal
Se observó un aumento del 20% en el riesgo de ACV, predominantemente isquémico: RR 1.20 (IC 95% 1.13–1.26).
Este hallazgo sugiere una posible participación de mecanismos proinflamatorios, vasoespásticos o trombóticos.
Muerte cardiovascular
La asociación más marcada se encontró en la mortalidad cardiovascular, que fue más del doble en consumidores de cannabis:
RR 2.10 (IC 95% 1.29–3.42).
Si bien este resultado proviene de un número limitado de estudios, constituye una señal de alerta relevante.
Resultado combinado (SCA + ACV)
En el análisis de los estudios que evaluaron un desenlace compuesto de SCA y ACV, no se observó una asociación estadísticamente significativa. No obstante, este hallazgo debe interpretarse con prudencia debido al escaso número de estudios que evaluaron este criterio combinado.
Análisis restringido a estudios de cohortes
Al limitar los análisis a los estudios de cohortes —considerados metodológicamente superiores para evaluar asociaciones temporales— los resultados fueron consistentes con el análisis principal: RR 1.32 (IC 95% 1.01–1.73).
Esto sugiere que la asociación observada no se debe exclusivamente a las limitaciones propias de los estudios transversales.
¿Qué nos deja este estudio?
Este metanálisis, sustentado exclusivamente en datos del mundo real, demuestra asociaciones positivas entre el consumo de cannabis y la aparición de eventos cardiovasculares mayores, incluyendo un mayor riesgo de SCA, ACV y muerte cardiovascular.
Los hallazgos subrayan la importancia de investigar de manera sistemática el uso de cannabis en todos los pacientes que consulten por patologías cardiovasculares graves, especialmente en aquellos sin factores de riesgo tradicionales o en personas jóvenes. A medida que el consumo de cannabis continúa expandiéndose, comprender sus implicancias cardiovasculares será clave para la práctica clínica, el diseño de políticas sanitarias y la educación de la población.
