En las últimas décadas, el reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) ha incrementado su espectro de pacientes, siendo una estrategia terapéutica de elección para pacientes seleccionados con riesgo quirúrgico elevado o prohibitivo. En este contexto, trastornos eléctricos como el desarrollo de bloqueo completo de rama izquierda (LBBB), bloqueos auriculoventriculares (AV) de alto grado (HAV) o bloqueo AV completo (AVC), son entidades frecuentemente observadas que derivan en el requerimiento del implante de un marcapasos (MCP) definitivo, siendo su manejo y estrategia de abordaje aún motivo de debate.
Siendo que el TAVI “minimalista” es un procedimiento en vías de desarrollo y con un amplio crecimiento, las arritmias vinculadas al procedimiento se encuentran ampliamente estudiadas; sin embargo, aquellas observadas tardíamente (>48 horas post procedimiento) y, particularmente, aquellas presentes luego del egreso sanatorial, presentan escasa evidencia clínica en términos de su diagnóstico y tratamiento. Así, el monitoreo por electrocardiograma (ECG) ambulatorio surgió como una herramienta útil de diagnóstico precoz, a fin de implementar un tratamiento oportuno.
El objetivo del presente estudio realizado por Guillem Muntané-Carol y colaboradores de la Universidad de Laval (Quebec, Canadá) fue determinar el impacto del HAV y AVC tardío luego de un TAVI minimalista, mediante la utilización del monitoreo ambulatorio por ECG.
En pacientes sometidos a un reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) con monitoreo electrocardiográfico ambulatorio post procedimiento, se detectó una baja incidencia de eventos arrítmicos severos, siendo el bloqueo completo de rama derecha basal y los nuevos trastornos de conducción factores predictores de riesgo.
Fue un estudio multicéntrico prospectivo que incluyó pacientes sometidos a un TAVI sin presentar antecedentes de implante de MCP permanente, los cuales fueron seguidos por un periodo de 14 días mediante monitoreo ECG (realizado mediante los dispositivos CardioSTAT y Zio AT). Se analizó como objetivo primario a la ocurrencia de HAV o AVC. A su vez, se analizó al total de la cohorte mediante su estratificación, según:
- Grupo 1 – pacientes sin bloqueo completo de rama derecha (RBBB) ni trastornos electrocardiográficos.
- Grupo 2 – pacientes con RBBB basal sin otros cambios ECG asociados.
- Grupo 3 – pacientes con nuevos trastornos ECG.
Se incluyeron un total de 459 pacientes, con una mediana de tiempo de estadía hospitalaria de 2 días. La edada promedio de la poblacion muestral fue de 79±8 años, con un 45.3% de sexo femenino y un puntaje de score STS de 3.6±2.7 puntos. La válvula mayormente implantada fue balón expandible (SAPIEN, 85.6%), seguida por prótesis valvulares autoexpandibles (Evolut, 12.6%. Accurate, 1.3%).
El HAV o AVC tardío ocurrió en el 4.6% del total de la cohorte, con una mediana de tiempo post procedimiento de 5 días (RIC 4-6), derivando en el implante de un MCP definitivo en el 81%. Mediante análisis por subgrupos, los eventos clínicos adversos de HAV y AVC fueron poco frecuentes en el subgrupo 1 (2.2%), incrementando la incidencia en el subgrupo 2 (13.2%; p<0.001 vs. subgrupo 1), y en el subgrupo 3 (8.5%; p=0.007 vs. subgrupo 1, p=0.523 vs. subgrupo 2). A 30 días del seguimiento, no se evidenciaron episodios de muerte súbita o mortalidad por todas las causas.
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.