Estudios previos sugieren una mayor incidencia de infarto agudo de miocardio (IAM) y accidente cerebrovascular (ACV) luego de la infección por SARS-CoV-2, relacionada con un mayor riesgo de trombosis.
Las vacunas contra el SARS-CoV-2 han demostrado ser eficaces contra la COVID-19 y su progresión a las formas graves; sin embargo, no está claro si las vacunas también previenen las complicaciones secundarias.
Es por ello que Young-En Kim y cols. realizaron un estudio de cohorte retrospectivo con el objetivo de comparar la incidencia de IAM y ACV luego de una infección por COVID-19 entre los pacientes que nunca se vacunaron y aquellos que tenían un esquema de vacunación completo (2 dosis de vacuna ARNm o de vector viral) contra el SARS-CoV-2.
Teniendo en cuenta que en Corea tienen una cobertura sanitaria universal y la notificación de COVID-19 es obligatoria, los autores utilizaron los datos del Registro Nacional Coreano de COVID-19 y la base de datos del Servicio Nacional de Seguros de Salud de Corea.
Se incluyeron los adultos mayores de 18 años que fueron diagnosticados con COVID-19, incluidos los casos asintomáticos entre julio de 2020 y diciembre de 2021.
El punto final primario fue el compuesto de hospitalización por IAM y ACV isquémico entre los 31 y 120 días luego del diagnóstico de COVID-19.
De los 592.719 pacientes con diagnóstico de COVID-19 durante el periodo del estudio, se incluyeron 231.037 pacientes de los cuales 62.727 nunca fueron vacunados y 168.310 recibieron el esquema completo de vacunación.
Los pacientes con esquema completo presentaban mayor edad y más comorbilidades. La COVID-19 grave o critica fue menos frecuente en el grupo vacunado.
La mediana de duración del seguimiento a partir de los 30 dias después de la COVID-19 fue de 90 dias en el grupo no vacunado y 84 en el grupo vacunado.
El riesgo ajustado del punto final primario fue significativamente menor en el grupo con vacunación completa (HRa 0.42; IC95%: 0.29-0.62) a expensas de un menor riesgo tanto de IAM (HRa 0.48; IC95%: 0.25-0.94) como de ACV isquémico (HRa 0.40; IC95%: 0.26-0.63).
En todos los subgrupos se observó un menor riesgo de eventos en los pacientes con vacunación completa, aunque algunos no alcanzaron la significancia estadística, incluyendo aquellos con infección grave o critica.
¿Qué podemos recordar?
La vacunación completa contra COVID-19 se asoció con un menor riesgo de IAM y ACV isquémico luego de la COVID-19.
Los autores remarcan que estos resultados apoyan la vacunación, especialmente para aquellos pacientes con factores de riesgo cardiovascular o antecedentes cardiovasculares.