Se estima que para el año 2030, más de 250 millones de niños y adolescentes tendrán obesidad.
Semaglutida, el análogo del péptido similar al glucagon tipo 1 (GLP-1) se administra a una dosis sc. semanal de 2.4 mg para tratar la obesidad en adultos, pero su efecto en los adolescentes no se ha evaluado aún.
Se publicaron recientemente los resultados del estudio STEP TEENS, estudio realizado por Daniel Weghuber y cols. con el objetivo de evaluar la seguridad y eficacia de la semaglutida sc. más intervenciones en el estilo de vida en adolescentes con obesidad.
Se trata de un estudio doble ciego, de grupos paralelos, aleatorizado y controlado con placebo que incluyó adolescentes entre 12-18 años con obesidad (índice de masa corporal – IMC- en el percentil 95 o superior) o sobrepeso (IMC en el percentil 85 o superior) y al menos una enfermedad coexistente relacionada con el peso.
Los participantes fueron asignados en una proporciona 2:1 a recibir una vez a la semana 2.4 mg de semaglutida sc. o placebo durante 68 semanas, además de una intervención sobre el estilo de vida.
El punto final primario fue el cambio porcentual en el IMC desde el inicio del estudio hasta la semana 68 de seguimiento.
Como criterio de valoración secundario se evaluó la pérdida de peso de al menos el 5% a la semana 68.
Se incluyeron 201 participantes que fueron aleatorizados, de los cuales el 90% completaron el tratamiento.
Con respecto a las características basales, la edad media de la población fue de 15.4±1.6 años, con un 62% de mujeres, y un IMC promedio de 37±6.4. El 13% de los participantes eran hipertensos y el 4% diabéticos.
Se observó una reducción significativa en el IMC a la semana 68 con el tratamiento con semaglutida (-16.1% vs 0.6%; diferencia estimada, -16.7 puntos porcentuales, IC95%: -20.3 a /13.2, p<0.001) comparada con placebo.
En la semana 68, el 73% del grupo de semaglutida había perdido un 5% o más de peso, comparado con el 18% del grupo placebo (ORe 14, IC95%:6.3-31, p<0.001).
La reducción del peso corporal y la mejoría con respecto a los factores de riesgo cardiometabólicos tales como el perímetro de la cintura y los niveles de hemoglobina glicosilada, lípidos y alanina aminotransfereasa, fueron mayores con semaglutida comparada con placebo.
Con respecto a los eventos adversos, la incidencia de eventos adversos gastrointestinales fue mayor con semaglutida que con placebo, (62% vs 42%) y fueron generalmente leves o moderados y de corta duración.
El 4% de los participantes del grupo semaglutida y ningún participante del grupo placebo presentaron colelitiasis.
No se reportaron eventos adversos fatales.
Entonces, entre adolescentes con obesidad, el tratamiento semanal con una dosis de 2.4 mg de semaglutida más una intervención sobre el estilo de vida produjo una mayor reducción del IMC que la intervención sobre el estilo de vida por sí sola.
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