Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) son los principales asesinos del mundo, responsables de 43 millones de muertes cada año, 18 millones de ellas prematuras. Sin embargo, las soluciones son claras, asequibles y muy rentables.
La OMS identifica 29 intervenciones eficaces y asequibles de las mejores inversiones, desde el impuesto al tabaco y el alcohol hasta políticas alimentarias más saludables y la detección temprana de la hipertensión, que podrían transformar la salud mundial.
Si las mejores inversiones fueran aplicadas plenamente por todos los países, el impacto sobre la ECNT y en los años de vida saludable ganados sería asombroso: se podrían prevenir hasta 12 millones de muertes, evitar cerca de 28 millones de casos de enfermedades cardiovasculares y ganar 150 millones de años de vida saludables para 2030.
Con una inversión de sólo 3 dólares por persona y año entre 2025 y 2030, los países podrían:
El rendimiento de la inversión es notable: cada dólar gastado rinde entre 4 y 14 dólares en salud y ganancias económicas, en particular para las enfermedades cardiovasculares se estima un retorno de la inversión de 8:1.
En un momento en que los presupuestos de salud están bajo presión, este informe es un poderoso recordatorio de que las políticas audaces hoy en día pueden salvar vidas, fortalecer las economías y crear resiliencia para el futuro.
La carga en las ECNT en los países con economías medias y bajas es mayor en algunas poblaciones que en otras y no todas están al mismo nivel de riesgo, considerando que:
- Ocho de cada diez personas que muere de una ECNT antes de cumplir los 70 años viven en países de ingresos bajos y medios. Sin embargo, las restricciones fiscales que enfrentan muchos de estos países están llevando a los gobiernos a relegar el gasto en salud. El déficit de gasto se agrava aún más porque solo una pequeña fracción de la asistencia en el presupuesto de salud se destina a las ECNT.
- Las personas más pobres tienen más probabilidades de verse limitadas en las decisiones que pueden tomar en la vida cotidiana y, una vez que viven con una ECNT, tienen menos probabilidades de poder costear un tratamiento eficaz. El gasto de cada uno en atención médicay la incapacidad para trabajar contribuyen a generar pobreza a lo largo de las generaciones.
- Las personas que viven en situaciones de crisis humanitaria, incluidas las zonas afectadas por desastres y conflictos, se enfrentan tanto a una vulnerabilidad a corto plazo en una emergencia aguda —como la falta de acceso a medicamentos vitales para las ECNT— como a una vulnerabilidad a largo plazo como resultado de la exposición continua a factores de riesgo y la disponibilidad limitada de pruebas de detección, asesoramiento y diagnóstico.
- Las personas que viven con más de una enfermedad también corren un mayor riesgo de sufrir consecuencias graves. Existen vínculos claros entre las ECNT, como las enfermedades cardiovasculares, y la diabetes. Las personas con ECNT que contraen una enfermedad infecciosa también pueden experimentar consecuencias sanitarias especialmente severas.
La prevención no sólo es posible, es la opción económica más inteligente.