En pacientes con insuficiencia cardíaca (IC), la hospitalización constituye un indicador bien establecido de mal pronóstico. Se ha demostrado que las hospitalizaciones frecuentes, independientemente de la fracción de eyección (FE) del ventrículo izquierdo, se asocian con peores desenlaces clínicos. La tasa de rehospitalización a los 30 días tras el alta hospitalaria ronda el 30 %, y la fase vulnerable de inestabilidad hemodinámica puede persistir hasta 90 días. Además, un intervalo corto entre el alta y la rehospitalización se asocia con peor pronóstico, lo que subraya la necesidad de identificar a los pacientes con IC con alto riesgo de rehospitalización temprana.
En la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada (ICFEp), el grupo de mayor crecimiento dentro de la población envejecida, todavía no se han definido biomarcadores confiables para predecir la rehospitalización temprana. Entre los diversos biomarcadores de IC, los péptidos natriuréticos (PN) son los más estudiados y se han incorporado como marcadores diagnósticos primarios en la definición universal de IC, siendo útiles tanto para el diagnóstico como para la predicción de mortalidad.
Sin embargo, la capacidad de los PN para predecir rehospitalización ha mostrado resultados inconsistentes, sin que se hayan establecido conclusiones definitivas sobre su utilidad. Estudios recientes sugieren que la medición al alta proporciona información pronóstica más fiable que la realizada durante la fase aguda, incluyendo el péptido natriurético cerebral (BNP).
Se han explorado también biomarcadores distintos del BNP, como el péptido natriurético auricular (ANP). Ensayos como BACH (Biomarkers in Acute Heart Failure) demostraron que el ANP es tan útil como el BNP, y el estudio PRIDE (Pro–Brain Natriuretic Peptide Investigation of Dyspnea in the Emergency Department) mostró que posee valor diagnóstico independiente del BNP. Asimismo, el estudio GISSI-HF (Gruppo Italiano per lo Studio della Sopravvivenza nella Insufficienza Cardiaca–Heart Failure) reportó que, entre varios biomarcadores, el ANP fue el mejor predictor pronóstico en pacientes con IC, con un área bajo la curva de 0,74.
No obstante, ningún estudio había examinado específicamente el valor de ANP y BNP para predecir la rehospitalización temprana en pacientes con ICFEp. En este contexto, Junichi Ohno y colaboradores evaluaron la hipótesis de que los niveles de ANP y BNP al alta podrían predecir la rehospitalización temprana en pacientes con ICFEp hemodinámicamente estabilizados y listos para el alta.
Para ello, se analizó retrospectivamente a 147 pacientes con ICFEp hospitalizados por IC, midiendo los niveles de ANP y BNP al ingreso y al alta. La edad media fue de 79 años, con un 45,6 % de hombres; el 59,9 % presentaba fibrilación auricular y el 4,9 % insuficiencia mitral severa. Las causas de IC incluían enfermedad coronaria en el 18,4 %, hipertensión en el 78,9 % y enfermedad renal crónica en el 67,3 %.
Del total de pacientes, el 32,0 % fue rehospitalizado durante el primer año, incluyendo un 15,0 % dentro de los 90 días posteriores al alta.
Un valor elevado de ANP al alta (>113 pg/mL) se asoció significativamente con rehospitalización temprana (log-rank P=0,0053). Esto se confirmó mediante modelos de Cox con ANP estandarizado y transformado logarítmicamente (HR por DE: 2,01; IC 95 %: 1,34–3,02; P=0,0008), mientras que el BNP al alta mostró un valor predictivo más débil.
El ANP al alta se mantuvo como predictor significativo incluso tras ajustar por edad, índice de masa corporal y filtrado glomerular estimado, a diferencia del BNP.
El análisis de interacción reveló que el ANP presentó mayor asociación pronóstica en pacientes con menor índice de volumen auricular izquierdo (P de interacción=0,034), pero no según la presencia de fibrilación auricular (P de interacción=0,217), aunque la asociación fue numéricamente más fuerte en pacientes sin fibrilación auricular.
¿Qué nos deja este estudio?
El ANP al alta se identificó como un predictor sólido de rehospitalización temprana en pacientes con ICFEp. Estos hallazgos sugieren que la medición de ANP al alta podría incorporarse a la evaluación postalta para mejorar la estratificación del riesgo y reducir las rehospitalizaciones tempranas en esta población.