La miocarditis aguda (MA) es una enfermedad inflamatoria del miocardio con una presentación clínica heterogénea, que abarca desde formas leves hasta cuadros de shock cardiogénico. La incorporación de la resonancia magnética cardíaca (RMC) ha mejorado su diagnóstico, pero la estratificación pronóstica sigue siendo un desafío.
Los biomarcadores convencionales, como BNP, troponina y PCR-us, tienen limitaciones en sensibilidad y especificidad, mientras que marcadores emergentes como microARN circulantes, aún carecen de validación clínica.
En este contexto, la relación neutrófilo-linfocito (RNL) ha surgido como un biomarcador inflamatorio de fácil acceso, con mejor valor predictivo que otros marcadores hematológicos, y se ha asociado con eventos adversos en enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, su papel en la MA no está definido.
Antonio Cannata y cols. analizaron una cohorte multicéntrica e internacional de pacientes con MA para evaluar el valor pronóstico de la RNL, especialmente en pacientes considerados de bajo riesgo según índices convencionales.
El punto final primario fue un compuesto de mortalidad por cualquier causa o trasplante cardíaco. Se estableció un punto de corte de la RNL = 4 para dividir a los pacientes en dos grupos.
Se incluyeron 1.150 pacientes consecutivos con diagnóstico confirmado de MA, ingresados en 10 centros cardiológicos terciarios internacionales. La confirmación diagnóstica se realizó mediante RMC o biopsia endomiocárdica.
La población del estudio estuvo compuesta en un 72% por hombres, con una mediana de edad de 38 años. La presentación clínica más frecuente fue el dolor de pecho presente en el 76% de lo casos, seguido de disnea en el 17% y arritmias en el 7%.
Los pacientes con una RNL <4 eran más jóvenes y presentaban con mayor frecuencia dolor torácico, mientras que aquellos con RNL ≥4 tenían más comorbilidades y se manifestaban principalmente con disnea.
Durante un seguimiento mediano de 228 semanas, una RNL ≥4 se asoció con un peor pronóstico (P < 0.0001).
Tras ajustar por variables pronósticas, la RNL elevada se identificó como un predictor independiente del punto final primario de mortalidad por cualquier causa o trasplante cardíaco (HR: 3.23; IC 95%: 1.49-7.08; P = 0.010).
Además, la asociación entre RNL elevada y peores resultados se mantuvo en pacientes con fracción de eyección preservada al inicio, quienes convencionalmente se consideran de menor riesgo (P < 0.0001).
¿Qué podemos recordar?
En pacientes con MA, una RNL elevada se asocia con un peor pronóstico y podría ser útil para estratificar el riesgo, incluso en aquellos que tradicionalmente se consideran de bajo riesgo.