El manejo de pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del ST (IAMCEST) y enfermedad coronaria multivaso plantea un desafío clínico relevante, ya que estos pacientes presentan una alta carga isquémica y un riesgo incrementado de eventos cardiovasculares a largo plazo. Tradicionalmente, la intervención coronaria percutánea (ICP) se enfocaba únicamente en la arteria culpable del evento agudo. Sin embargo, evidencia acumulada ha sugerido que la revascularización completa —especialmente cuando se guía por criterios fisiológicos como la reserva fraccional de flujo (FFR)— puede mejorar el pronóstico.
El estudio DANAMI-3-PRIMULTI comparó ambas estrategias en una cohorte de pacientes con IAMCEST y enfermedad multivaso (EMV). Durante el Congreso euroPCR 2025 se presentaron los resultados del seguimiento a 10 años, que aportan evidencia robusta sobre el impacto sostenido de la revascularización completa guiada por FFR.
Entre marzo de 2011 y febrero de 2014 se aleatorizó a 627 pacientes con IAMCEST y EMV: 313 recibieron ICP solo en la arteria culpable y 314 fueron asignados a revascularización completa guiada por FFR. Las características basales fueron similares entre grupos, con una edad media de 62 años y alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular.
El seguimiento extendido a 10 años mostró una incidencia acumulada del desenlace primario (muerte, infarto o revascularización) del 54% en el grupo de ICP en arteria culpable versus 45% en el grupo de revascularización completa (HR 0.75, IC 95% 0.60–0.94; p=0.014). Esto representa una reducción relativa del 25% en el riesgo del primer evento cardiovascular adverso.
No se observaron diferencias en la mortalidad por cualquier causa (25% vs. 24%; HR 0.96; IC 95% 0.70–1.31), ni en la recurrencia de infarto ni en la trombosis del stent, lo que respalda la seguridad de la estrategia. El beneficio clínico se concentró en la reducción significativa de revascularizaciones repetidas, particularmente en vasos no culpables (OR 0.48), disminuyendo la necesidad de nuevos procedimientos invasivos a largo plazo.
Los subgrupos que más se beneficiaron de la revascularización completa fueron los pacientes más jóvenes, aquellos con enfermedad severa en la descendente anterior proximal o en el tronco coronario izquierdo, y quienes presentaban enfermedad de tres vasos o lesiones no culpables con estenosis ≥90%.
Aunque el análisis de eventos repetidos no alcanzó significancia estadística, se observó una tendencia favorable a menor acumulación de eventos en el grupo de revascularización completa, lo que sugiere una reducción general de la carga de enfermedad coronaria.
¿Qué nos deja este estudio?
La revascularización completa guiada por FFR durante la hospitalización por IAMCEST en pacientes con enfermedad multivaso demuestra un beneficio clínico sostenido a 10 años, con reducción de eventos cardiovasculares mayores y menor necesidad de nuevas intervenciones, sin aumentar la mortalidad ni la recurrencia de infarto. Estos hallazgos respaldan el uso de criterios fisiológicos para guiar el tratamiento y refuerzan la necesidad de personalizar la estrategia terapéutica según la anatomía y fisiopatología de cada paciente.
Los resultados fueron publicados simultaneamente en JACC.