Diversos estudios han demostrado que las extrasístoles ventriculares prematuras (EVP) se encuentran vinculadas a la ocurrencia de insuficiencia cardíaca (IC), y a la miocardiopatía secundaria a arritmia ventricular. Sin embargo, la prevalencia de esta miocardiopatía, como el impacto clínico de suprimir las EVP no ha sido analizado.
El objetivo del presente estudio realizado por Jose Huizar y colaboradores del Centro Médico de Veteranos de Richmond (USA), fue analizar la prevalencia y el impacto clínico de las EVP en pacientes con deterioro de la función ventricular y elevada frecuencia de EVP.
La cardiomiopatía mediada por extrasístoles ventriculares prematuras presentó una prevalencia elevada, independientemente de la presencia de un sustrato isquémico subyacente, y su tratamiento con fármacos antiarrítmicos acarreó un impacto positivo en términos de mortalidad en el seguimiento.
Se analizó la cohorte del registro CHF-STAT (n=), en el que se encontraron pacientes con disfunción ventricular izquierda (fracción de eyección del ventrículo izquierdo [FEVI] <40%), y elevada frecuencia de EVP (>10 EVP/hora). En este análisis secundario, se analizó el impacto positivo de la supresión de las EVP (considerando una supresión efectiva con reducción de EVP ≥80%), y de la recuperación de la FEVI (definida como un incremento de la FEVI ≥10%), en relación al tratamiento con amiodarona vs. placebo, en la cardiomiopatía mediada por EVP (CMV), la que fue identificada si ambos parámetros (incremento de FEVI y reducción de EVP) fueron logrados luego de un periodo de seguimiento a 6 meses. A su vez, se comparó la ocurrencia de eventos clínicos adversos, considerando a la muerte o paro cardíaco reanimado, entre la CMV y la cardiomiopatía no CMV, con un periodo de seguimiento a 5 años.
La tasa de supresión exitosa de EVP (72% vs. 39%), y del incremento de la función ventricular (16% vs. 12%) fue significativamente superior en el subgrupo de tratamiento con amiodarona en relación al placebo, respectivamente (p<0.001 para ambas comparaciones), independientemente de la etiología de la miocardiopatía.
Se identificó la presencia de CMV en el 29% y 1.8% de los pacientes pertenecientes al subgrupo de tratamiento con amiodarona y placebo, respectivamente (p<0.001). A su vez, hallazgos similares fueron observados en pacientes con cardiomiopatía isquémica (24% grupo amiodarona vs. 2% grupo placebo; p<0.001), y con cardiomiopatía no isquémica (41% grupo amiodarona vs. 1.5% grupo placebo; p<0.001).
La ocurrencia de muerte y paro cardíaco reanimado fue significativamente menor en pacientes con CMV, y en aquellos bajo tratamiento con amiodarona.
Fortaleció el impacto de la amiodarona en la mortalidad.
Caracterizó el riesgo de la miocardiopatía por EV.
Se determinó la prevalencia de CMV, y su independencia de sustrato isquémico.
Sería interesante el análisis del impacto según la FEVI.
No fue analizada la población con HFpEF.
No se analizaron otros eventos clínicos (ej. IC).
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.