La ocurrencia de complicaciones en pacientes con Síndrome de Takotsubo (ST) se asocia con un mal pronóstico. Hasta la actualidad no se ha evaluado en una cohorte grande de pacientes la prevalencia, correlato clínico e impacto pronóstico de la fibrilación auricular (FA) en estos pacientes.
Utilizando los datos del Registro Internacional de Takotsubo (Registro InterTAK), donde participaron 26 centros de Europa y USA, los pacientes fueron dicotomizados de acuerdo con la presencia o ausencia de FA al momento de la admisión por ST.
De los 1584 pacientes con ST incluidos, el 7.1% tenían FA en la admisión.
Comparados con los pacientes con ST sin FA, aquellos con FA fueron menos frecuentemente mujeres (84.8% vs 90.6%, p=0.046), eran mayores (73±12 años vs 66±13 años, p<0.001) y presentaban más frecuentemente la forma apical de ST (89.3% vs 81.4%. p=0.036) y menor fracción de eyección del ventrículo izquierdo (37.2±11% vs 41.3±11%, p=0.001).
Los pacientes con FA presentaron una mayor incidencia de shock cardiogénico (20% vs 8.8%, p<0.001) y consecuentemente mayor uso de balón de contrapulsación intraaórtico, ventilación mecánica y uso de inotrópicos.
La mortalidad intrahospitalaria fue significativamente mayor en los pacientes con FA comparados con los que no presentaron esta arritmia (14.3% vs 3.1%, p<0.001).
En un análisis de regresión multivariable, la FA se asoció de forma independiente a la mortalidad a largo plazo (HR 2.31; IC 95%: 1.50-3.55; p<0.001).
Entre pacientes con FA en la admisión, el 42% no presentaban historia previa de FA antes del ST, y la mortalidad en estos pacientes comparados con los que tenían FA previa fue similar tanto en el periodo intrahospitalario como a largo plazo.
¿Qué podemos recordar?
Los pacientes con Síndrome de Takotsubo con FA en la admisión hospitalaria, tuvieron una evolución intrahospitalaria más tórpida con una tasa de mortalidad significativamente mayor que los pacientes sin FA.
La presencia de FA se asoció con una mayor mortalidad a largo plazo.
Si bien algunos pacientes con FA al ingreso no tenían antecedentes de FA, tuvieron una evolución intrahospitalaria y a largo plazo comparables a aquellos con FA preexistente.