La obesidad (definida como un índice de masa corporal [IMC] ≥30 kg/m2) es uno de los mayores problemas sanitarios del mundo occidental, con una prevalencia estimada del 40% en los Estados Unidos y un significativo incremento acarreado de morbimortalidad a nivel global. En este contexto, diversos estudios han demostrado que el incremento del tejido adiposo observado en la obesidad se asocia a un aumento del riesgo cardiovascular secundario al incremento de mediadores inflamatorios, efectos locales y perivasculares afectando la circulación miocárdica y sistémica, y a la comprensión orgánica con la consecuente hipertensión arterial, disfunción renal y dificultad respiratoria como el síndrome de apnea/hipopnea, entre otros.
El abordaje terapéutico de la obesidad es dificultoso y multidisciplinario, basado principalmente en modificaciones del estilo de vida, mejora de la dieta e incremento del ejercicio físico. Así, en casos de fracaso de las medidas higienicodietéticas, existen escasos fármacos aprobados para el tratamiento de la obesidad y con una gran carga de eventos adversos concomitantes.
En este contexto, la cirugía bariátrica es un estrategia avalada para el tratamiento de la obesidad severa (IMC ≥35 kg/m2) o mórbida (IMC ≥40 kg/m2) en presencia de patologías concomitantes a la obesidad que afectan el sistema cardiovascular. Hasta la fecha, no se ha analizado de forma sistemática el impacto de la cirugía bariátrica en la salud cardiovascular (CV) global.
El objetivo del presente estudio realizado por Sophie L. van Veldhuisen y colaboradores del Hospital Rijnstate (Holanda) fue analizar el impacto clínico de la cirugía bariátrica en términos de reducción de eventos cardiovasculares adversos de pacientes obesos.
Esta revisión sistemática y meta-análisis de la literatura demostró que la cirugía bariátrica se asocia a una reducción de la mortalidad total y de causa cardiovascular, y de la ocurrencia de eventos clínicos cardiovasculares adversos en el seguimiento, por lo que debería considerarse como estrategia terapéutica en pacientes seleccionados.
Se realizó con este propósito una revisión sistemática y meta-análisis de la literatura, incluyendo para el análisis estudios pertenecientes a las bases de datos PubMed y EMBASE que contrastan pacientes sometidos a cirugía bariátrica con individuos no-quirúrgicos como cohorte comparadora control. Se analizaron como eventos clínicos adversos de interés a la ocurrencia de muerte por todas las causas y de causa CV, fibrilación auricular (FA), insuficiencia cardiaca (IC), infarto agudo de miocardio (IAM) y accidente cerebrovascular (ACV).
Se incluyeron para el análisis un total de 39 estudios, todos estudios de cohorte prospectivos y retrospectivos debido a la ausencia de estudios aleatorizados. Se observó que la cirugía bariátrica presentó un impacto positivo en términos de reducción de la mortalidad total (HR 0.55 [IC 95% 0.49-0.62]; p<0.001), y de causa CV (HR 0.59 [IC95% 0.47-0.73]; p<0.001), en relación al subgrupo comparador control.
La cirugía bariátrica presentó a su vez un beneficio en relación al abordaje de tratamiento no quirúrgico en términos de una reducción estadísticamente significativa de eventos cardiovasculares adversos, con una menor ocurrencia de IC (HR 0.50 [IC95% 0.38-0.66]; p<0.001), IAM (HR 0.58 [IC95% 0.43-0.76]; p<0.001) y ACV (HR 0.64 [IC 95% 0.53-0.77]; p<0.001), sin observarse un beneficio estadísticamente significativo en relación a la reducción de la ocurrencia de FA (HR 0.82 [IC 95% 0.64-1.06]; p=0.12).
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Médico Cardiólogo UBA-SAC - Residente de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en Hospital Italiano de Buenos Aires - Editor MedEcs.